JULIO HERRANZ
«Cuando leí el guión aún era estudiante de teatro. El personaje me conmovió muchísimo, quería hacerlo a toda costa, y me salí con la mía». Con estas palabras, Bárbara Lombardo resumió ayer ante los medios de Eivissa lo que la motivó a protagonizar Cautiva, de Gastón Biraben, presentada fuera de concurso en el International Film Festival (IFF) y laureada con varios galardones: Premio Horizontes Latinos del Festival de San Sebastián, Mejor Película en el Festival de Cine Mar del Plata, Premio Especial del Festival de Cine de la Habana y Premio Fipresci en el Festival de Cine de Toulouse, entre otros.
El rodaje de Cautiva resultó realmente complejo y accidentado. «Empezamos en 2001 y tuvimos que parar pronto, porque nos pilló por medio el desastre de corralito. Menos mal que el director tuvo un premio por otro proyecto y se pudo terminar. Pero no se comercializó hasta 2005; yo casi me había olvidado del tema, porque andaba metida en otras cosas; pero la recepción esta siendo buenísima», precisó la actriz, que actualmente tiene 26 años.
Cautiva cuenta la historia de una adolescente de 15 años, hija biológica de una pareja de izquierdas, que ha vivido en el seno de una familia burguesa. La aparición de su abuela biológica que la reclama, provoca en ella una difícil búsqueda de su identidad. «Hay mucha gente en mi país que rechaza ver películas de este tipo, pues remueve muchas cosas; pero creo que es una catarsis necesaria que se revise lo que pasó durante los años terrible de la dictadura».