R. C.
Todo estaba preparado para que Tropic Thunder (Una guerra muy perra), la corrosiva parodia de Ben Stiller que ha arrasado en los cines estadounidenses, tomara también nuestras taquillas. Con un despliegue mediático a la altura de este tipo de superproducciones y la visita de Stiller y Robert Downey Jr. al pasado Festival de San Sebastián, un total de 323 copias de la cinta aterrizaban en nuestras carteleras. Sin embargo, no parece haber calado entre nuestros espectadores, que acogieron tímidamente una película que, ni siquiera, consigue plaza entre las tres más vistas del penúltimo fin de semana.
Por el contrario, con bastantes menos copias estrenadas, la adaptación fílmica de uno de los grandes éxitos literarios de los últimos años, El niño con el pijama de rayas, se ha merendado a todas sus contrincantes, haciéndose con la primera plaza del ránking. Con promedios envidiables, la cinta congregó en sus tres primeros días de proyección a unos 400 mil espectadores, que dejaron en la taquilla 2.222.350 euros. Nueva aproximación a los trágicos días del Holocausto, en esta ocasión a través de la inocente mirada de un niño, hijo de un oficial nazi destinado a un caserón que linda con un campo de concentración, El niño con el pijama de rayas se impuso, incluso, a la triunfal Vicky Cristina Barcelona de Woody Allen, enredo romántico que pierde el liderazgo y pasa a ocupar la segunda plaza.