EFE-MADRID
Tras una carrera de 35 años durante la que ha realizado películas como Habla, mudita o La mitad del cielo, Manuel Gutiérrez Aragón ha decidido retirarse de la dirección cinematográfica y ponerse a escribir. «El modelo está cambiando y yo no me adapto a él», apuntó ayer. El cineasta, que está escribiendo su primera novela, aseguró que ésta no es «una espantada», sino «una decisión meditada», porque «algo me decía que a partir de ahora tendría problemas para hacer el tipo de cine que a mí me gusta», un cine de autor, «crítico y que tiene en cuenta la belleza».
«El cine de autor hecho con medios es caro, porque está hecho para ver en salas y hoy las salas están desiertas. No en España, en todo el mundo. El cine independiente en sala ya no tiene sitio», explicó mientras señala que el futuro de este tipo de cinematografías es Internet y «para mí ese modelo ha llegado un poco tarde». Gutiérrez Aragón subrayó que la suya no es «una decisión de ruptura», porque desde el Instituto Buñuel, que preside, piensa dedicarse a la promoción del cine, al «apoyo a la gente joven y nueva», y a crear, dentro de esta institución, una especie de «cuarto de pensar» del cine, desde el que «reelaborar teorías sobre el lenguaje cinematográfico».
El cineastas precisó que se de la dirección cinematográfica porque «en el cine he sido muy afortunado, he hecho el cine que quería hacer; lo que pasa ahora es que no quiero dejar de ser afortunado por tener que hacer un cine más comercial o convencional, simplemente por seguir en la profesión». Y por eso ha decidido «quemar las naves», haciendo pública su retirada; en parte, «para convencer a mis amigos, porque, hasta ahora, cuando se lo decía no me tomaban en serio y todavía hoy me siguen tentando con hacer películas. Yo soy muy débil, caigo en las tentaciones»., confesó sonriendo.