EFE-MADRID
Los artistas chinos procedentes de la Escuela Yi han conseguido elevar a categoría de arte la técnica de la meditación, al vivir su creación artística como una experiencia de recogimiento que indaga en la contemplación, la unidad y la armonía. Treinta años de arte abstracto chino, que permanecerá en las salas de CaixaForum de Madrid hasta el 16 de febrero, representa la primera gran exposición de la Escuela Yi fuera de China e integra 82 obras de medio centenar de artistas que representan los últimos treinta años de este arte en el gigante asiático.
Gao Minglu, comisario de la muestra -que ha pasado previamente por Barcelona y Palma- destacó ayer la importancia de esta exposición para dar a conocer el arte contemporáneo chino en España, «ignorado durante muchos años» en Occidente, y que se produzca una «mejor comprensión» del mismo. Según Minglu, el motivo del desconocimiento de este arte moderno chino ha sido la existencia de la idea preconcebida de que era una expresión «puramente artística», y animó a verlo «no sólo como expresión estética, sino también social y política».
La exposición del CaixaForum se divide en tres periodos, el primero de los cuales está integrado por el arte Yi desde la Revolución Cultural (1966-1976) hasta la década de los ochenta, caracterizado por un humanismo idealizado opuesto a las consignas revolucionarias (imagen mental). La segunda analiza el arte procedente de la expansión urbana que recupera espacios de privacidad e incorpora símbolos y grafías orientales (principio mental); y la tercera, la del maximalismo, surgido a finales de la década de los noventa, que dedica una atención preferente al proceso y al contexto de la obra (entorno mental).