El director Eduard Cortés se nutre de las nuevas tecnologías y artistas procedentes de las redes sociales en la enigmática y experimental Ingrid, «un viaje al lado oscuro» de su protagonista, una artista amante de las performances extremas. Presentada ayer en la Sección Oficial Fantàstic del Festival de Sirges, Ingrid propone un viaje, aderezado con artistas emergentes que hacen de sí mismos, por el universo de la protagonista. Su peculiar casa, sin puertas, es el escenario por el que transitan los artistas y en el que Àlex (Eduard Farelo), tras una ruptura sentimental, explora el oscuro pasado de Ingrid.
Eduard Cortés explicó ayer que la trama de la película le llegó buscando por internet una palabra y llegando a un fotolog. A partir de ese momento, se interesó mucho por ese mundo y empezó a trazar una historia motivada por la «fascinación» por el universo de los artistas de internet y las redes sociales.
Cortés apuntó que Ingrid es el «buque insignia» de un proyecto más global, en el que ya figuran un MySpace de la propia Ingrid, con 3.000 amigos, y una exposición con los principales artistas de internet y las redes que aparecen en ella.