R. C.
El grupo de música de cámara Syrinx hizo honor a su nombre (en castellano 'Siringa', ninfa amada por Pan de la que surgió la flauta de caña símbolo de este ser mitológico) y envolvió el Baluard de Sant Pere con los sones de cancioneros populares de todo el mundo que relataban venturas y desventuras amorosas y de otros tipos.
El recital, centrado en buena medida en la tradición musical catalana, formó parte del ciclo 'Música als Castells' que se desarrolla en Eivissa.
En la actuación destacó el equilibrio entre la voz de la soprano Anna Borrego y sus compañeros, la violoncheilista Montse Sanahüja, el flautista Carles Fortuny y el pianista Toni Rodríguez.