El cineasta franco-polaco Roman Polanski, que durante años mantuvo una residencia en la isla de Eivissa, fue detenido la noche del pasado sábado en la ciudad suiza de Zúrich, debido a un caso pendiente en Estados Unidos desde hace 30 años.
El cineasta fue retenido en el aeropuerto suizo, a donde llegó para recibir un premio del Festival de Cine de esa ciudad, según informó la organización del certamen. Las mismas fuentes señalaron que Polanski, de 76 años, fue detenido por una causa pendiente y nunca cerrada en un juzgado de Los Angeles desde 1978.
El caso se remonta a 1977, cuando los padres de una adolescente de 13 años interpusieron una querella contra Polanski, acusado de drogar y violar a la joven modelo. El cineasta se declaró culpable de «relaciones sexuales ilegales», aunque dijo que la menor ya tenía experiencia sexual y que no fue forzada, por lo que fue enviado a prisión en «evaluación» durante tres meses, aunque sólo pasó 47 días. A finales de 1978, al día siguiente de una reunión entre sus abogados y un juez que había dejado entender que quería volver enviarlo a la cárcel, Polanski, en libertad bajo fianza, tomó un avión hacia Europa y nunca más volvió a suelo estadounidense.
El Tribunal Superior de Los Angeles desestimó el pasado mayo, de manera definitiva, la petición de los abogados de Polanski para sobreseer los cargos por abuso sexual. El juez Peter Espinoza ya había rechazado en febrero pasado la solicitud de la defensa al entender que Polanski tenía que comparecer primero ante la Corte en persona para responder sobre lo ocurrido hace 30 años.
Sarkozy
Las reacciones no tardaron en darse a conocer y, entre ellas, destacó la del ministro de Cultura francés, Frederic Mitterrand, quien declaró estar «asombrado» al conocer el arresto del cineasta, agregando que el presidente, Nicolas Sarkozy, estaba siguiendo el caso y esperaba que el problema pudiera ser resuelto y se permita que Polanski retorne con su familia.
«Vamos a tratar de levantar la orden de arresto en Zurich (...) el convenio (de extradición) entre Suiza y Estados Unidos no es muy claro», dijo el abogado de Polanski, Georges Kiejman, a la radio France Info.
Desde elgobierno suizo, un portavoz del ministerio de Justicia aseguró ayer que, con la detención del cineasta Roman Polanski, su país no hizo más que cumplir con una orden de arresto internacional. «No hay razones para no ejecutar un mandato de arresto internacional válido», aseguró Guido Balmer, portavoz del ministerio a la agencia nacional suiza. El mismo portavoz confirmó que la orden de búsqueda y captura internacional fue lanzada en el 2005 por la autoridades estadounidenses, y que la orden de arresto original data de 1978.