Fernando Trueba vuelve a la carrera de los Oscar, galardón que obtuvo en 1994 por Belle Epoque, con la película El baile de la Victoria, elegida ayer por la Academia de Cine para que represente a España en la categoría a la mejor película en lengua extranjera. Además, también competirá por el Premio Ariel de la Academia de Cine de México a la mejor película iberoamericana. El film de Trueba formaba la terna finalista a los Oscar y a los Ariel junto a Mapa de los sonidos de Tokio, de Isabel Coixet, y Gordos, de Daniel Sánchez-Arévalo. «Una película hecha para el espectador, muy directa con él y escrita y rodada desde los sentimientos más profundos, pero con humor», dijo ayer el cineasta.
En noviembre
Fernando Trueba recordó ayer que cuando recogió el Oscar por Belle Epoque le dedicó la estatuilla a Billy Wilder, como una forma de darle las «gracias por el cine que había hecho para los que amamos el cine». Ahora se lo dedicaría a las personas que han hecho posible esta película, porque cada vez valora más a la gente, «sobre todo a los que te dan más de lo que dice el contrato», apuntó el cineasta, que confirmó que el estreno de El baile de la Victoria se ha adelantado a noviembre.
Protagonizada por el argentino Ricardo Darín, la película seleccionada fue estrenada fuera de concurso en el Festival de San Sebastián, fuera de concurso; y ha pesar de que no tuvo muy buena acogida por parte de la crítica, Trueba aseguró que lo importante son «las reacciones fantásticas del público, que fueron apoteósicas». Basada en el libro de Antonio Skármeta, cuenta cómo con la llegada de la democracia a Chile se decreta una amnistía general para todos los presos sin delitos de sangre, entre ellos, dos ladrones, de los que uno quiere regenerarse y otro dar el gran golpe.