JULIO HERRANZ
«Lo hicimos en el último momento porque teníamos ganas de hacer algo de peleas para divertirnos, sin pensar en ganar ni en nada por el estilo. Cumplió su objetivo y estamos contentos». Con estas palabras, Adrián Cardona resumió ayer a este periódico la impresión que él y todo el equipo de Eskoria Films sintió el pasado fin de semana cuando su cortometraje Torbellino de hostias se alzó con el premio de la sección Brigadoon-Paul Naschy del Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges, donde en 2007 ganaron el mismo galardón con otro cortometraje, Bricokiller». «Lo bueno de Sitges es que la gente responde bastante bien a nuestras propuestas. El público se entregó con ganas y fue una gran fiesta», añadió el cineasta ibicenco.
Pero en esta ocasión, la presencia de Cardona y su equipo no se limitó a Torbellino de hostias. «En esta edición del Festival de Sitges se ha hecho una reposición de La raíz del mal (una película que presentaron el pasado año), también con buena afluencia de público. Estaba la sala llena y gustó mucho. Así que este año Sitges se ha portado muy bien con nosotros, la verdad», valoró el cineasta y polifacético artista, licenciado en Bellas Artes por Barcelona.
Cutre adrede
Como el título promete, Torbellino de hostias es un cortometraje directo, violento, gamberro y sin trampa ni cartón. «Se trata de una parodia y un homenaje a las películas de acción de los años 60 y 70, que se hacían directamente en VHS y salían sólo para alquiler. También un homenaje al propio VHS. Así, el corto tiene su textura, con fallos propios de aquel sistema, incluso con cosas grabadas encima. Porque lleva una intención clara de recordar aquellos tiempos en que nosotros alquilábamos esas películas, malas de narices, pero que casi eran un fenómeno popular porque todo el mundo las veía», aseguró Cardona con nostalgia, deseando poder estrenar pronto en Eivissa su segundo trabajo premiado en Sitges. «Tenemos que mirar a ver dónde nos dejan. Me gustaría que fuera en Can Ventosa».
Con 20 minutos de duración, Torbellino de hostias narra la historia de Torbellino, un policía de Los Angeles que se enfrenta a una secta criminal. Con anterioridad, Eskoria Films ha presentado en Sitges los largometrajes Combate brutal (2003), Real Zombie (2005) y La raíz del mal (2008).
Proyectos
Efervescente en su creatividad dispersa, Adrián Cardona y su gente siempre tienen proyectos entre manos: «Por un lado, dos cortos en fase de finalizarlos. Uno es Abrir los ojos no significa despertar plácidamente. Saldrá a través de Cuarentena Ediciones, una editorial de Barcelona, con otros cuatro o cinco trabajos. La intención es publicar los cortos junto con relatos en una especie de formato libro más dvd. Con el mismo relato en cine y en novela, escrita por alguien de la editorial». Y el segundo: «Una especie de mediometraje documental, que se grabó durante una fiesta concierto de rock, psicobilly, surf... Nos mezclamos por allí y grabamos imágenes en directo. Con parte de la historia tomada en Eivissa y otra en Barcelona, mezclando personajes. Se llamará como el evento, Spooky High School Massacre, y tiene la estética de las fiestas de graduación americanas», señaló.