En un momento especialmente difícil de su vida, no hace mucho, el literato menorquín Ponç Pons (Alaior, 1956), lejos de hundirse y dar cuerda a ese desánimo, se fue a la papelería, compró una pluma Parker pequeña y una gruesa libreta y se puso a escribir. Ese fue el nacimiento de Lokus, la segunda obra de teatro que escribe (en un cajón, acabada a mano pero sin pasar aún a limpio, Quercus, una obra que habla de la religión, espera su turno, que, un día, llegará...) aunque la primera que publica por El Gall Editor en su colección Llibres del món i de la bolla.
La obra «no tiene nada de autobiográfica, ya que, precisamente, quería salir de mí mismo y vivir otras vidas, intentando que el espectador sonría sin perder la seriedad, combinando la comicidad con el drama».