Los Príncipes de Asturias han inaugurado hoy la XIX edición de ARCO, feria en la que el mercado del arte desea mostrar a partir de mañana al público su resistencia a la crisis y su capacidad de recuperación a través de un conjunto heterogéneo de obras procedentes de 25 países.
Don Felipe y Doña Letizia inauguran así, por segundo año consecutivo, esta feria internacional de arte contemporáneo, cuya apertura oficial corría tradicionalmente a cargo de los Reyes, y en las dos horas dedicadas a conocer las últimas tendencias del panorama artístico han tenido ocasión de visitar más de una veintena de expositores, repartidos entre los pabellones 6, 8 y 10 de IFEMA.
La ministra de Cultura, Angeles González-Sinde, ha acompañado a los Príncipes durante su recorrido, al igual que la directora de ARCO, Lourdes Fernández, y los principales responsables de IFEMA, que les han recibido en la entrada del pabellón 10, donde también estaban presentes los embajadores en España de Argentina, Alemania, Brasil y Portugal.
El encargado de negocios de la embajada de EEUU, Arnold Chacón, esperaba, por su parte, a Don Felipe y Doña Letizia en el área del pabellón 8 donde se concentran las obras de 17 galerías y 59 artistas procedentes de Los Angeles, que participa en esta edición de ARCO como ciudad invitada.
Por primera vez en 29 años, la organización de la feria no ha invitado a un país, sino a una ciudad, representada en esta inauguración por su responsable municipal de Cultura, Olga Garay, que ha ejercido de guía para los Príncipes por esta muestra del cosmopolitismo artístico de Los Angeles, donde confluye lo hispano y lo oriental.
Las fotografías de John Baldessari y los cuadros de Brenna Youngblood figuran entre las obras que han contemplado con más interés Don Felipe y Doña Letizia en su recorrido por un espacio en el que conviven galerías con una dilatada trayectoria, como Regen Projects, y otras más jóvenes y alternativas, abiertas en el Chinatown de Los Angeles, como The Happy Lion.
Doña Letizia se ha detenido también a admirar un gran «collage» de Mimmo Rotella en la galería neoyorquina Edward Tyler y los Príncipes se han interesado por el proceso de elaboración empleado por la japonesa Chiharu Shiotzi para recrear la memoria y la ausencia con una gigantesca red de hilos de lana entrecruzados en todas direcciones alrededor de una silla y una máquina de coser.
Asimismo, han despertado su curiosidad la ilusión de perspectiva ficticia creada por el coreano Hwankwon Yi en sus figuras de padre e hija «Leon and Matilda"; la original lámpara esférica formada por decenas de lentes de gafas que Stuart Haygarth muestra en la galería británica «Haunch of Venison» y las mágicas fotografías de Marina Abramovic inspiradas en la vida de Santa Teresa de Jesús.
No ha pasado tampoco desapercibida la descomunal «Cosa con forma de elefante hinchada con aire de Madrid», que la artista Judi Werthein ha mostrado orgullosa a los Príncipes a su paso por el expositor de la galería argentina Ruth Benzacar.
La visita ha concluido en la zona institucional del pabellón 6, donde se han acercado a conocer las propuestas artísticas de los diarios ABC, El País y El Mundo, el Gobierno, las Comunidades de Madrid y Murcia y el Ayuntamiento de la capital, así como las ingeniosas instalaciones premiadas en el Concurso Internacional de Arte y Vida Artificial que promueve la Fundación Telefónica.
Lejos del recorrido oficial quedaban la metralleta rematada por un candelabro judío y las figuras en resina de un rabino de pie sobre un sacerdote católico que, a su vez, se arrodilla encima de un musulmán que reza, una obra del madrileño Eugenio Merino titulada «Stairway to Heaven» que ha motivado una protesta de la embajada israelí.