J. H.
El Museu Monogràfic del Puig des Molins acogió ayer la última conferencia de las XXV Jornades d'Arqueologia, organizadas por el Museu Arqueològic y dedicadas al tema del Yoserim: la producción terrissera feniciopúnica a occident. El protagonista de la velada fue David Asensio, profesor e investigador de la Universitat Autònoma de Barcelona, quien habló de La presencia de cerámicas púnicas ebusitanas entre los íberos del norte (siglos VI-VII aC): Evidencias de unas relaciones privilegiadas.
En su exposición, Asensio explicó que «la producción cerámica de la Ebusim púnica presenta un repertorio formal muy variado, el grueso del cual lo conforman las ánforas, que constituyen a partir de mediados del siglo V el principal recipiente de transporte importado, por encima de los de cualquier otra procedencia», subrayó.
Relación intensa
Tras explicar que la segunda categoría cerámica del flujo entre los dos territorios es la de la vajilla fina de mesa, más bien de producción griega que ebusitana, y el tema del transporte y distribución, Asensio llegó a la conclusión de había «una relación intensa entre los dos territorio», explicando las razones: «En primer lugar había un ámbito de transacción económica entre ellos en la que el protagonismo correspondía a los recipientes anfóricos ebusitanos. Y en segundo término, hay una serie de elementos que hacen pensar que los contactos entre los unos y los otros iba más allá de las actividades de intercambio de mercancías, pudiendo decir que incluía también procesos de influencia cultural o ideológica, así como el establecimiento físico de ebusitanos en el seno de las comunidades ibéricas», precisó el conferenciante.
Por todo lo cuál, Asensio aseguró que «los íberos de la costa catalana imitaban la producción cerámica de la Ebusim púnica. Un testimonio ceramológico concluyente del nivel de complejidad que había entre ambos pueblos».