El poeta chileno Gonzalo Rojas, Premio Cervantes 2003 y Premio Nacional de Literatura de Chile 1992, y autor de poemarios como «La reniñez» y «La miseria del hombre», falleció hoy en Santiago de Chile a los 93 años.
Considerado, junto con Nicanor Parra el poeta más importante de Chile en los últimos decenios, Rojas nació el 17 de diciembre de 1917 en Lebu (Chile), en la región del carbón, en el seno de una familia minera. De hecho, su primer libro «La miseria humana» (1948), está inspirado en este mundo que conoce perfectamente.
Estudió la carrera de Derecho en la Universidad de Chile y fue alumno del Instituto Pedagógico.
Posteriormente, trabajó en el instituto Barros Arana y en las minas de Atacama, en las que se dedicó a la alfabetización de los trabajadores.
Fue jefe de redacción de la revista «Antártica», de Santiago de Chile y en 1938 ingresó en el grupo «La Mandrágora», de tendencia surrealista, movimiento del que Rojas hizo un camino propio, intuitivo y personal.
Asimismo, dirigió la Sociedad de Escritores de Chile (SECH) y fue director de la revista «Alerce» de esa asociación.
En 1952 ganó las Cátedras de Literatura Chilena y de Teoría Literaria en el departamento de español de la Universidad de Concepción, donde impartió clases hasta que en 1970 el presidente de la República, Salvador Allende, le nombró Consejero Cultural en China.
En esa época, Rojas había escrito además de «La miseria humana», «Antología del aire» (1952) y «Contra la muerte» (1963).
En 1973 el levantamiento armado de Pinochet le sorprendió en La Habana, donde se encontraba como embajador. En ese momento se convirtió en «un peligro para el orden y la seguridad nacional», y se vio obligado a exiliarse, primero en Alemania Oriental y más tarde, en la antigua Unión Soviética.
De su estancia en la URSS surgió «Domicilio en el Báltico» (1974), en la que se aventuraba a predecir la caída del muro de Berlín y sus consecuencias inmediatas.
En 1974 fijó su residencia en Caracas, ciudad a la que llegó para impartir clases en la Universidad Simón Bolívar. Dos años después, escribió su tercer poemario «Oscuro», con el que se consolidó en el panorama internacional.
En 1979 regresó a su país, gracias a una beca Guggenheim, y allí vivió hasta su muerte.
Gonzalo Rojas no es un autor prolífico. De sus obras destacan: «Transtierro» (1979); «Antología breve», 1980; «50 poemas», 1980; «El alumbrado y otros poemas», 1987; «Antología personal», 1988, y «Materia de testamento».
También «Desocupado lector», 1990; «Antología de aire», 1991; «Las hermosas. Poesías de amor», 1991; «Zumbido», 1991; «Cinco visiones», 1992; la edición crítica de «La miseria del hombre», 1995; y «Metamorfosis de lo mismo», una recopilación de textos en poesía y en prosa que se publicó en España en 2000.
En 2004 presentó «La reniñez», en 2007 «Del Agua» y en 2008 «Contra la muerte y otras visiones».
Profesor en diversas universidades de América y Europa, fue visitante asiduo de España.
Su obra ha sido reconocida entre otros, con el Premio de la Sociedad de Escritores de Chile, Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana 1992, Premio Nacional de Literatura de Chile 1992, Premio José Hernández, otorgado en 1997 por el Gobierno de Argentina, Premio Octavio Paz de Poesía y Ensayo concedido en México, en su primera edición de 1998 y Premio Cervantes, concedido en 2003.
Homenajeado en 2007 en Chile, al cumplir 90 años, en 2009 la presidenta de Chile, Michel Bachelet, le hizo entrega de la Orden al Mérito Docente y Cultural «Gabriela Mistral».
La obra de Gonzalo Rojas ha sido traducida a varios idiomas y su nombre aparece en gran parte de las antologías literarias del mundo.
En septiembre de 2010, permaneció hospitalizado durante varios días a causa de una neumonía.
El 22 de febrero de 2011, el poeta chileno (con 93 años) sufrió un accidente cerebrovascular del que no se recuperó. En marzo fue trasladado desde la ciudad sureña de Chillán a Santiago, donde falleció el 25 de abril.