Pocos minutos después de las cinco de la tarde, una veintena de alumnos estaban dispuestos en fila, a lo largo de todo el escenario de Can Ventosa, respondiendo a las preguntas de presentación que formulaban los profesores, el pianista Abe Rábade y el saxofonista Jesús Santandreu. Sus nombres, formación e inquietudes, así como explicaciones sobre sus particulares técnicas a la hora de interpretar, sirvieron para romper el hielo. Chicos y chicas, de entre 15 y 68 años, tanto profesionales como estudiantes, escuchaban atentamente a los profesores, situados junto a una pizarra, donde se dibujaban varios pentagramas.
«Hay que insistir mucho en la transcripción», aseguraban ambos profesores, que continuaban diciendo: «Todo el jazz está documentado de manera sonora, no es como la música clásica, que tuvo que ser transmitida oralmente. La primera lección es transcribir», les aconsejaban a los alumnos ante un solo que les entusiasmara.
Un sinfín de anécdotas y nombres brotaban de manera sólo aparentemente desordenada en la conversación entre Rábade y Santandreu, que procedieron a ofrecer una lista de diez discos imprescindibles de este género musical. «Queremos transmitiros amor por los discos de jazz», aseguraban ambos maestros.
Conocimiento
Scatting (hacer melodías con la voz), palmas para seguir el ritmo, así como explicaciones sobre la necesidad de conocer la ortodoxia del género precedieron a una parte de la master class mucho más práctica. Tras 45 minutos de lección, Abe Rábade fue el primero en ponerse al mando del piano que presidía el escenario. «¿Lo oís bien?», preguntaba mientras variaba ligeramente la horizontalidad de la melodía. Poco después le seguía Santandreu, que caminaba sobre el escenario haciendo sonar su saxofón mientras Rábade transcribía la melodía que acababa de interpretar.
«Sin ritmo no hay nada», sentenciaba Rábade, que poco después agarró las baquetas de la batería para hacer una demostración sobre las subdivisiones de las canciones y algunos ejercicios de conciencia rítimica aplicados al swing.
«El buen MC rapea tras cada pulso. Es el mismo lenguaje, llevado a otro extremo», explicaba antes de la pausa de la primera sesión a cargo de estos dos músicos, que concluye esta tarde en la sede del Patronat Municipal de Música.
Base musical
Durante la lección, ambos músicos se aventuraron a elaborar una lista improvisada con los discos que ellos consideran imprescindibles de ese género musical. «Estos son los discos que nos vienen a la mente y vamos a explicaros las razones», aseguraban mientras complementaban las listas de uno y otro.
«Si os fijáis, la mayoría pertenecen a una época concreta», señalaban al referirse a la lista encabezada por Kind of Blue, grabado por Miles Davis en 1959. «En los discos hay una fuente inagotable de sabiduría», apuntaban antes de resaltar el documental History of Jazz como uno de los mayores tesoros audiovisuales que retrata la evolución de este heterogéneo género.