Al grito de «otra, otra, otra» finalizaba ayer la segunda de las sesiones que el Conservatori Professional de Música i Dansa d'Eivissa i Formentera está dedicando a dar a conocer el centro entre los alumnos de Primaria de la Isla a través de un cuento de Iolanda Bonet musicado por Adolfo Villalonga e interpretado por los profesores del propio Conservatori, con la actriz Neus Torres como narradora.
En la jornada de ayer, fueron los colegios de Santa Agnès, Sant Mateu, Cas Serres, Torres de Balàfia, Buscastell y Santa Gertrudis los que acudieron al auditorio del Conservatori para conocer las andanzas de los hermanos Pep y Joanet, los protagonistas del cuento El geperut i les fades.
Un aplauso recibió a los integrantes de la orquesta y Neus Torres dio la bienvenida a los alumnos de 3º, 4º, 5º y 6º de Santa Gertrudis que acudieron ayer a la segunda representación antes de introducir uno a uno a los personajse a través de los instrumentos que integraban la orquesta y que coinciden con las especialidades que pueden estudiarse en Eivissa: flauta, clarinete, saxofón, trompeta, trompa, percusión, guitarra, piano, violín, viola, violonchelo y contrabajo (en Formentera puede estudiarse piano, guitarra y flauta).
La música compuesta por Adolfo Villalonga para el cuento está basada en la canción Bona nit blanca roseta, así que Torres, al inicio del concierto, buscó a un alumno que conociera el principio de la tonada y encontró a la pequeña Cristina, que, micrófono en mano y junto a la orquesta, cantó con algo de timidez ante sus compañeros.
Todos a cantar
El cuento se desarrollaba en el escenario y los colegiales seguían atentos las evoluciones musicales de los diversos personajes, viendo como Joanet lograba el favor de las hadas y su envidioso hermano Pep era castigado por éstas debido a su avaricia. En el último tramo de la actuación, tanto Torres como Villalonga animaron a los pequeños a cantar una estrofa de Bona nit blanca roseta acompañados por la orquesta.
Finalizado el concierto llegó el momento en el que los alumnos de Santa Gertrudis pudieron preguntar a los músicos acerca de lo que acababan de presenciar y las cuestiones abarcaron un amplio abanico, como por ejemplo si les había costado mucho preparar el concierto. «¿Es difícil tocar los instrumentos?», «¿cuál es el más difícil de tocar?» o «¿cuántos años habéis estado estudiando para poder tocar?» fueron algunas de las cuestiones relacionadas con la habilidad de los intérpretes, pero la curiosidad de los pequeños no se detuvo ahí, así que otras preguntas flotaron en el auditorio como «¿sabéis tocar más canciones?», «¿habéis pasado vergüenza actuando?» o «¿es el primer concierto que hacéis?». Incluso detalles como el hecho de que el papel de Joanet, una flauta, era interpretado por una mujer, y de que la mujer de éste, el piano, fuera tocado por un hombre no pasaron desapercibidos.
El ruego para que tocaran otra fue atendido por la orquesta que interpretó la frase principal de la obra para que los alumnos pudieran cantar con ellos.
Al final, Jaume Manuel Ribas, director del Conservatori se mostró muy satisfecho por cómo se estaban desarrollando estas dos jornadas, que finalizan hoy, destinadas a acercar el Conservatori a los más pequeños.