En la internacionalización de las monedas que supuso en el mundo antiguo la conquista de territorios o el intercambio comercial «podemos hoy, con dificultad, aislar sistemas y con ello identificar pueblos, expansiones culturales, arraigo de ellas en zonas coloniales y perduración bajo dominios políticos posteriores». Esta es la idea que trasladó ayer a la audiencia de las XXVII Jornades d'Arqueologia Feniciopúnica que se celebran en el Museu Monogràfic de Puig d'es Molins la doctora en Historia Antigua e investigadora científica del Instituto de Historia del CSIC Mª Paz García-Bellido Gardía de Diego en el marco de la conferencia Las monedas y su valor, patrones ponderales y metrología de las monedas fenicio-púnicas.
Para García-Bellido, el patrón ponderal «ha sido una de las manifestaciones más unida a la cultura de un pueblo». Pese a ello, las sociedades antiguas «estuvieron dispuestas a utilizar también sistemas metrológicos ajenos e incorporarlos a los suyos, a veces temporalmente, otras de manera estable». Esos patrones de medida que afectaban al valor monetario «se sumaban según los circuitos de comercio», provocando la «convivencia de patrones fenicios, griegos, romanos, púnicos, ibéricos...». Aunque al comercio se sumó, en esta internacionalización monetaria, la paga a los soldados, «acostumbrados a cobrar en diferentes metales de variados patrones».
Así, las potencias dominadoras se vieron obligadas a «acoplar los pesos y los metales de sus propias monedas a aquellos de los pueblos que estaban ocupando», generando devaluaciones y alzas de peso para facilitar el intercambio entre monedas diferentes.