Salma Hayek puso la nota latina de la noche de los Óscar después de una ocurrencia del presentador de la gala, Seth MacFarlane, recuperando una vieja polémica por una broma sobre el dominio del inglés por parte de los latinoamericanos.
«En este momento de la gala sería el momento de que salieran Javier Bardem, Penélope Cruz o Salma Hayek, aunque no se les entienda», ha dicho el ácido creador de la serie «Padre de familia» ("Family Guy"), quien ha justificado su presencia porque «son atractivos».
MacFarlane daba paso así a Hayek, que entregó el premio a la dirección artística y que este año constituye la única representación latina en la ceremonia, en ausencia de otras estrellas como la mencionada pareja de actores españoles, su compatriota Antonio Banderas o la colombiana Sofía Vergara.
En la memoria de los presentes estaba aquel episodio protagonizado por Ricky Gervais en los Globos de Oro de 2012, quien presentó a la mexicana y a Banderas con un comentario similar que provocó una rápida reacción del español.
«Son especímenes sensacionales y tienen un talento extraordinario. Y probablemente son muy interesantes. El problema es que no entiendo lo que dicen», dijo Gervais, a lo que Banderas respondió a toda velocidad recitando un fragmento de una obra de Calderón de la Barca.