Puede que cansado de que las modelos tuvieran que dar vida a la ropa que llevaban, el fotógrafo francés Dominique Garnier decidió que las telas cobraran su propio movimiento, y para ello no dudó en sumergir a sus modelos bajo el agua para crear un mundo en el que la luz, los colores y la gravedad operaran de otro modo. Parte del resultado de dicha experiencia puede verse desde esta misma noche a partir de las 21,30 horas en Km5, donde este afamado fotógrafo de moda ha colgado ocho de esas imágenes bajo el título de Underwater.
Garnier conoció los entresijos de la fotografía en el cuarto oscuro de su abuelo. Residente en la localidad francesa de Besançon, son constantes sus viajes de trabajo a las grandes capitales de la moda, como Nueva York, París o Londres.
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