La colección de más de 1.400 valiosos cuadros descubierta por las autoridades alemanas en un piso de Múnich en el marco de una investigación fiscal ocultaba inesperadas sorpresas para el mundo del arte, como obras nunca catalogadas y hasta ahora desconocidas de artistas como Marc Chagall y Otto Dix.
En una multitudinaria rueda de prensa, la Fiscalía de Augsburgo hizo públicos ayer los primeros datos oficiales de una operación mantenida en secreto durante más de un año, hasta que la revista Focus desveló este domingo los primeros detalles.
En el apartamento de Cornelius Gurlitt (79 años), hijo de un marchante bien relacionado con el mundo del arte durante el régimen nazi, se han encontrado 1.285 cuadros no enmarcados y 121 enmarcados de pintores mundialmente reconocidos.
El más antiguo está fechado en el siglo XVI y todos, al margen de la suciedad y el polvo, se encuentran en «muy buen estado», señaló el fiscal jefe de Augsburgo, Reinhard Memetz.
La valor del conjunto de la colección podría superar los 1.000 millones de euros, pero una de la mayores sorpresa ha sido descubrir entre las obras cuadros de cuya existencia no había ninguna prueba documental.
Como ejemplos, la investigadora de la Universidad Libre de Berlín Meike Hoffman mostró durante la conferencia de prensa la imagen de una pintura alegórica de Chagall y un autorretrato de Otto Dix, ninguno de los dos catalogados.