Su búsqueda constante de diferentes medios de expresión, el carácter híbrido de su creación y el variado uso de materiales y técnicas han hecho a la artista valenciana Carmen Calvo merecedora del Premio Nacional de Artes Plásticas 2013 que concede el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
Un galardón que, dotado con 30.000 euros, supone una gran alegría «y un respiro» para esta artista con una trayectoria de cuarenta años que, a pesar de la satisfacción de este reconocimiento, no quiere olvidar «los momentos en que estamos, que son muy tristes en cuestión cultural a todos los niveles».
En declaraciones a Efe, Calvo, artista inclasificable, quiso agradecer a todas las personas que han confiado y están confiando en su trabajo, «aunque todavía hay mucho camino por hacer» e insistió en la necesidad de cambiar la fiscalidad en materia de cultura «no solo de los artistas sino de cineastas, escritores, músicos».
La dotación que conlleva este premio supone para ella «una inyección para seguir» pero quiso hacer hincapié en «los muchos artistas que lo están pasando mal. Es una de las primeras reivindicaciones que hago tras recibir el premio porque es muy difícil para un artista hoy en día salir fuera, exponer y hacer su trabajo».
Por ello «habría que cambiar completamente una ley» que está provocando «un retroceso total» en el ámbito de la cultura. Además, alertó la artista, existe el peligro de que se pierdan las raíces y la gente deje de tener interés por el cine, el arte o la literatura «es muy fácil olvidar y hay gente que le gusta olvidar».
Activa
Con exposiciones en Madrid, Barcelona y próximamente en Sevilla, Calvo es una de las artistas más activas del panorama nacional. «Es una alegría poder trabajar en lo que realmente has elegido hacer y si existen proyectos estás encantada, pero todo eso sin olvidar que hay muchos problemas detrás que hay que solucionar. Es inaudito lo que está ocurriendo», insistió.
Considerada como una de las creadoras más representativas del panorama artístico español del último tercio del siglo XX, Calvo es admiradora y seguidora de artistas como Giotto, Piero della Fancesca, De Pisis Carrá, Arp, Miro o Kounelis.
«Siempre he seguido una línea que me caracteriza de alguna manera y es una línea clásica porque en definitiva de lo que hablo es de materiales. Me he formado en una trayectoria clásica y lo que hago es tocar elementos o materiales que han estado siempre rodeados en la historia del arte», comentó la artista que, desde los inicios de su trayectoria, incorporó el barro cocido en sus composiciones plásticas.