En la década de los setenta, un submarinista ibicenco se sumergió en el litoral de la Isla y regresó a la superficie con una peculiar captura. Se trataba de un candelabro de bronce de 39,5 centímetros de altura que tiempo después iría a parar a una colección privada. El investigador Marcus H. Hermanns, del Instituto Arqueológico Alemán de Madrid, puso sus ojos en la pieza y decidió que merecía la pena estudiarla detalladamente.
El Archivo Español de Arqueología recoge la descripción de este candelabro, fechado en el siglo X y del que no existen muchos ejemplares en el mundo, tal y como señala el Servicio de Información y Noticias Científicas (Sinc). La particularidad de este en concreto, el único hallado en el ámbito balear, es que puede permitir desvelar interrogantes acerca de las actividades marítimas de las Pitiüses en aquella época.
«Había un enlace entre la península ibérica y el sur de Francia, al menos, con una colonia musulmana denominada Fraxinetum, según los documentos latinos que se conservan. Además, existe un grupo de embarcaciones hundidas que lo atestiguan, y se trataría de un sistema de suministro para esa colonia procedente del sur de la península», argumenta el científico en declaraciones a Sinc.
Respecto a la ruta en la que fue encontrado el candelabro, en la misma fueron hallados diversas embarcaciones hundidas de la misma época cerca de la costa del sur de Francia.
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