La pequeña sala de exposiciones de Can Curt, en Sant Agustí, ha sido el escenario escogido hasta el próximo 13 de julio por el fotógrafo Juan Blanco (Buenos Aires, 1947) para volver a mostrar sus obras ocho años después de que lo hiciera por última vez en el MACE.
Y para la ocasión ha escogido el sugerente nombre de Nada y 18 fotografías de temáticas muy diversas. «Es una mezcla de trabajos antiguos, realizados en análogico, y nuevos, ya en digital pero sin el filtro del Photoshop, pero siempre encuadrados en el surrealismo y la transgresión que ha marcado mi carrera», asegura el propio Blanco.
En ellas hay imágenes en color, en blanco y negro, en papel baritado o en placas que reflejan escenas eróticas, bodegones o retratos, pero siempre con algo en común: los elementos cotidianos que forman parte de la vida de este bonaerense residente en Sant Antoni. No son imágenes robadas o de prensa sino fotografías que en ocasiones parecen pinturas y que son el resultado de «muchas horas de trabajo».