Desde ayer, el Conservatori Professional de Música y Dansa de Eivissa y Formentera alarga su nombre con el de Catalina Bufí. Un honor a esta ciudadana ibicenca impulsora, promotora y dinamizadora cultural incansable que consiguió que en 1980 se creara el aula de extensión del Conservatori de Música de Balears en Eivissa y que desembocó en el actual conservatorio que ahora disfruta toda la isla.
La misma Catalina Bufí destapó la placa con el nuevo nombre y agradeció este gesto y el apoyo de todos los ibicencos: «Éramos mucha gente e íbamos todos a una, avisaba a un padre para hacer una reunión y a la mañana siguiente había 50 o 60 personas. En aquella época, y ahora también, dependíamos de Palma y siempre había menos cosas para Eivissa», recordó Bufí, que quiso dejar claro que el haber conseguido el conservatorio es mérito del trabajo de todos los ibicencos: «Nunca me sentí sola, siempre estuve muy apoyada por todos, este conservatorio es de todos los ibicencos y formentereses», destacó.
Bufí recordó el primer profesor de música que hubo en Formentera: «Fue Manolo Díaz, que se desplazaba cada semana a hacer clases de guitarra a Formentera», y revivió los días en que su casa se convirtió en un conservatorio: «Puse pianos en mi casa, contraté a profesores, y hacíamos venir cada semana desde Palma un profesor de violín. En mi casa estuvimos 10 años, incluso figuraba como conservatorio», explicó, «la placa la deberían poner en la casa de Joan d'Austria, allí empezamos», bromeó. «Incluso entre los alumnos pagábamos los billetes de los profesores de Palma», destacó Bufí.
Ahora Catalina se siente orgullosa de lo que han logrado: «El conservatorio ha crecido mucho, tenemos un edificio precioso con profesores de Eivissa y de fuera, y 250 alumnos, es para sentirse orgulloso, estoy muy contenta», concluyó.