La carrera de Francisco García Fullana, el violinista mallorquín que toca por el mundo, acaba de apuntarse otro hito. En esta ocasión ha sido un cuádruple triunfo en Japón, donde obtuvo el primer premio en el concurso internacional de violín que tuvo lugar en el Munetsugu Hall de la ciudad de Nagoya entre el 22 y el 29 del pasado mes. Debido a este éxito, el instrumentista solista podrá utilizar durante los próximos dos años un violón de 1697 de la 'saga' Stradivarius denominado Rainville.
«Estoy exultante y muy sorprendido gratamente», cuenta Francisco desde Japón, porque no sólo consiguió vencer en la última prueba del certamen, sino que, además, se llevó varios premios más: el que otorga el público que acude a los conciertos, el de la orquesta que acompaña a los concursantes, que fue la Central de Aichí de Nagoya, y el premio especial que otorga el propietario del auditorio donde se celebra.
Este paso por Japón permitirá al violinista ampliar su agenda de los próximos dos años con cinco conciertos en otras tantas ciudades del país, entre ellas Tokio, la capital, ya que el certamen tiene como objetivo apoyar la carrera profesional de las nuevas generaciones de violinistas. El jurado internacional que le premió estuvo presidido por Shlomo Mintz e integrado por intérpretes de distintas nacionalidades.
Respecto al Stradivarius, la marca número uno en violines, de los que ya solo quedan unos 1.600, no es la primera vez que este solista consigue utilizar un instrumento de alto nivel, al que acceden un limitado número de virtuosos de todo el mundo. En 2013, la Sociedad Stradivarius de Chicago le prestó un instrumento fabricado por Pietro Guarneri de 1679.