La viuda del Nobel Camilo José Cela, Marina Castaño, «trató de justificar sus actuaciones en la gestión» de la Fundación que homenajea al desaparecido escritor de Iria Flavia, durante su declaración ante la jueza de instrucción del número 2 de Padrón (A Coruña), en donde compareció como imputada por supuestos delitos de malversación, apropiación indebida y fraude.
Así lo indicó el abogado de la acusación particular, Xosemaría Rodríguez, quien indicó que sus preguntas quedaron sin contestar, tanto por parte de Castaño como por el exgerente de la Fundación, Tomás Cavanna, cuyo despido la jueza sospecha que ha sido simulado y que forma parte de esta investigación.
De hecho, por el cese de esta relación contractual también está llamado a declarar, este miércoles, el exconselleiro de Fraga y ahora miembro del Consello de Contas Dositeo Rodríguez, quien aseguró que dimitiría del órgano fiscalizador si se mantiene su imputación en este caso. También han sido llamados a declarar su hija y el secretario de la Fundación.
Marina Castaño abandonó los juzgados en torno a las 13,30 horas de este lunes y guardó silencio ante las preguntas formuladas, al igual que su abogado. Ambos se dirigieron a un restaurante de la localidad padronesa sin pronunciar ninguna palabra, pese a que a la llegada la viuda de Cela sí había dicho un «lo siento, gracias» a las cuestiones formuladas.
Tampoco Tomás Cavanna aclaró cómo había discurrido su declaración ante la jueza, algo menor que la de Castaño. «Las declaraciones dentro», ha manifestado a preguntas de si confiaba en su desimputación y de si había entregado algún tipo de documentación para acreditar su inocencia.