El cantante canadiense Leonard Cohen, fallecido el pasado 7 de noviembre, murió mientras dormía tras haber sufrido una caída en mitad de la noche, según relata su manager, Robert B. Kory, en un comunicado publicado en internet.
«Leonard Cohen murió mientras dormía después de haber sufrido una caída en mitad de la noche del 7 de noviembre», asegura su manager en un mensaje publicado en la página cohecentric.com, dedicada al artista.
«Su muerte fue súbita, inesperada y tranquila. Quedan sus hijos, Adam y Lorca, y sus tres nietos, Cassius (hijo de Adam), y Viva y Lyon (hijos de Lorca)», agrega.
La muerte del legendario cantautor y poeta, que tenía 82 años, fue comunicada oficialmente el 10 de noviembre, tres días después de haber fallecido.
Su hijo Adam confirmó el pasado día 12 en su página de Facebook que habían enterrado al autor de «Suzanne» en Montreal.
«Mi hermana y yo acabamos de enterrar a mi padre en Montreal. Acompañados solamente por los familiares más allegados y unos amigos de toda la vida; él fue depositado en la tierra en una caja de pino sin adornos, junto a su madre y su padre. Exactamente tal y como lo había pedido», explicó Adam Cohen.
El hijo del cantante aseguró que mientras escribía esas palabras pensaba de nuevo en su padre, del que destacaba una «mezcla única de auto-desprecio, dignidad, elegancia accesible, carisma sin audacia y caballerosidad al viejo estilo».
«Hay tanto que me gustaría poder agradecerle, sólo una última vez. Me gustaría darle las gracias por el consuelo y la sabiduría que siempre transmitía a la hora de mantener conversaciones. Por su gran ingenio y humor», subrayó el hijo del poeta.
Nacido el 21 de septiembre de 1934 en Montreal (Canadá) en el seno de una familia judía, Cohen empezó de joven a interesarse por la poesía y, en especial, por la obra del español Federico García Lorca.
Tras publicar sus primeros poemarios y poemas y pasar una larga temporada en Grecia, Cohen debutó en la música con el disco «Songs of Leonard Cohen» (1967), considerado una obra maestra y que incluía canciones como «So Long, Marianne» o «Suzanne».
Su voz grave y profunda y su elaborado estilo literario, en el que mezclaba reflexiones románticas con temas espirituales y existenciales, se abrieron paso en una escena folk norteamericana en la que figuraban también Bob Dylan o Joni Mitchell, entre otros artistas.