La Navidad es un periodo mucho más entretenido en Ibiza desde la inauguración, hace ya 19 años, del Diverespai. El parque de atracciones para niños más grande de la isla abrió ayer sus puertas en el Recinto Ferial para hacer las delicias de pequeños y mayores hasta el próximo día 3 de enero. Los enormes castillos hinchables y las más de 40 actividades a desarrollar en diferentes talleres divulgativos dieron la bienvenida a multitud de menores de todas las edades, que dieron rienda suelta a su ímpetu con saltos y carreras y a su inquietud por la cocina, las manualidades o la música. Los adolescentes también pudieron disfrutar de las áreas deportivas distribuidas en los 5.000 metros cuadrados de superficie destinada al ocio infantil.
En total, Diverespai cuenta con 18 castillos hinchables, 12 talleres artísticos, 12 zonas deportivas, una bebeteca infantil y una zona de espectáculos y de animación, de las que se hace cargo un personal de 75 personas entre los monitores de s'Espurna (54), coordinadores, dinamizadores, Protección Civil, miembros de las fuerzas de seguridad y responsables de las atracciones.
El coordinador de la feria, Juan Antonio Cuesta, prevé que estos días pasen por el recinto alrededor de 12.000 niños. La entrada cuesta 2 euros por sesión, de mañana o tarde, y el abono para todos los días tiene un precio de 10 euros.
Los padres acompañantes de los participantes no tendrán que pagar para acceder al recinto. Las familias numerosas que así lo acrediten presentando el DNI del padre o la madre y el correspondiente libro, disfrutarán de un descuento del 25% y pagarán 1,5 euros por entrada y 7,5 euros por el abono total. A excepción del día 31 de diciembre por la tarde y el día 1 de enero por la mañana, el Diverespai mantendrá abiertas sus puertas hasta el día 3 desde las 10,30 a las 14,00 horas y de 17,00 a 20,30 horas.
La mayoría repite año tras año y, para muchos, los hinchables más grandes y complejos son los más atractivos. Ayer fue habitual ver colas en castillos como la Superpista Americana, el Gran Tobogán, el Puente Chino, La Casita del Bosque, La Tirolina entre Monos o el Gran Prix.
El artista ibicenco Chris Martos acudió, como cada año, con sus hijos. Su primera estación fueron las camas elásticas, un clásico que gusta incluso a los padres –pero que no pueden disfrutar– aunque como admitió entre risas el músico, sus pequeños acabarán haciendo «todo el recorrido». «Venimos cada año y siempre es parecido pero los niños se lo pasan muy bien, para ellos es muy divertido y se lo pasan genial», indicó el músico local, quien apuntó que el Diverespai «es económico; por dos euros tienen un montón de actividades». Aunque los padres disponen casi exclusivamente de la cafetería como lugar de esparcimiento, «ver a los niños pasarlo en grande ya merece la pena», según subraya Martos.
Algunos de los pequeños consultados reconocían que saltar de la tirolina o rodar cuesta abajo por el enorme tobogán son las experiencias más divertidas. Para otros resulta igualmente entretenido elaborar galletas y productos típicos de Navidad, aprender a maquillar o fabricar objetos a mano. Este año, además de prolongarse durante un día más, el Diverespai presentará mañana un espectáculo circense.