La escritora Pilar Rahola ha recogido este jueves el XXXVII Premi de les Lletres Catalanes Ramon Llull por su novela 'Rosa de cendra' en un acto con el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y ha celebrado: «Esto es como una boda. Estoy estresada, emocionada, excitada y convencida de que es una responsabilidad».
Durante el acto en el Hotel Palace de Barcelona, ha relatado que los personajes crecen y cambian de emociones, y se reinventan: «Te hacen sentir que has creado algo muy tangible», y ha añadido que siempre quiso escribir.
No obstante, ha dicho que se interpuso en su camino la televisión y su interés por la política y la primera línea de la opinión, mientras que «la literatura, que quiere pausa, se fue parando» hasta hacerle pensar que nunca hallaría un momento tranquilo.
«He sido muy feliz escribiendo», ha agregado Rahola, que, pese a su volumen de trabajo, ha asegurado que no ha vivido un solo minuto dedicado a la escritura en que no haya sido feliz.
Además, ha dicho que la óptica literaria resulta muy interesante porque es fría y le permite no tomar partido; no como su trabajo habitual como tertuliana, en el que se moja, analiza e incluso juzga, ha dicho: «La escritura intenta comprender».
Ha subrayado que en su novela, sobre la Setmana Tràgica, ha puesto la lupa en la época de principios de siglo, con personajes relevantes y sus tensiones internas, que demuestran que todos pueden ser víctimas y culpables.
«En el fondo, escribimos siempre la misma novela, que es la novela sobre el ser humano, sus miedos y desconciertos», y se ha considerado como la escritora Mercè Rodoreda en el sentido de abordar personajes pequeños.
CATALANISMO
«Si algo me explica el principio de siglo es que es la primera vez que la pulsión catalana comienza a estructurarse», y ha añadido que en aquella época tiene muchos matices, con unas tensiones que pueden ser más fuertes que las que vive JxSí, ha añadido.
A su juicio, el devenir de Catalunya «es una historia de resistencia», y lo ha comparado con el partido del FC Barcelona del miércoles, en el que parecía que iba a caer pero después se levantó.
El premio, dotado con 60.000 euros y que es el más importante en lengua catalana, ha conseguido situar a su novela como la más vendida en catalán; y la editorial ha anunciado que próximamente se editará en castellano con Planeta y en francés con Belfond. ASISTENTES
En el acto han estado los consellers Jordi Jané y Carles Mundó; el teniente de alcalde de Cultura de Barcelona, Jaume Collboni; el primer secretario del PSC, Miquel Iceta; el líder del PDeCAT en el Congreso, Francesc Homs; la exvicepresidenta del Govern Joana Ortega; el exconseller de Salud Boi Ruiz, y la esposa del expresidente del Govern Artur Mas, Helena Rakosnik, entre otros.
También han estado los escritores Víctor Amela, Enric Calpena, Isabel-Clara Simó y Pere Gimferrer; el presidente del Grupo Planeta, Josep Creuheras, y el editor Emili Rosales.