La mayoría de películas vistas por un servidor son, de una manera o de otra, machistas, y muchos personajes femeninos icónicos que podemos recordar son tan solo la materialización de un estereotipo. Por suerte es solo una parte del todo, y, aunque ha costado un poco más de lo esperado, también se hallan títulos y protagonistas femeninas que sí destacan por algo más que por cumplir con su rol. He aquí una lista destinada no solo a recomendar, sino a celebrar personajes fuertes y las buenas historias que, claro, también deben liderar ellas.
Uno de los mejores narradores que hay, Hayao Miyazaki, es responsable de personajes icónicos e independientes como los de El viaje de Chihiro, La princesa Mononoke o El castillo en el cielo, dando referentes firmes a niños y niñas. Lo mismo que Mulán, sin duda una de las primeras princesas feministas de Disney, precursora de Raya y el último dragón o Brave.
Dejando a un lado la animación, los años recientes dieron títulos con importante presencia de crítica, venganza o empoderamiento como Una joven prometedora, Última noche en el Soho, Retrato de una mujer en llamas o Lady Bird. A ellas se suman personajes que, sin liderar, resaltan: Furiosa en Mad Max, Meryl Streep y su enorme rol en Los papeles del Pentágono, Frances Mcdormand y casi cualquier cosa que haga (Fargo, Tres anuncios en las afueras o Nomadland), Trinity en Matrix, Ripley en Alien o Sarah Connor en Terminator 2, por decir unas.
Y, por último, las historias con mayúsculas, esas que tienen algo distinto y llegan a película de culto o, por lo menos, dejan huella. Aquí aparecen Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto, Todo sobre mi madre, Mataharis, The piano, Erin Brokovich, Solas, Certain Women: vidas de mujer o Tomates verdes fritos, cintas todas en las que la disputa interna y externa de sus protagonistas femeninas nos hace decir: bravo.