Si por un motivo destaca Balears es por la gran cantidad de empresas que existen, hasta 85.044 entre empresas y autónomos a finales del pasado año. Nuestros empresarios han aprovechado la crisis para mejorar su producto, diversificar el mercado y expandir su negocio fuera de nuestras fronteras. La doble estrategia de los emprendedores a la hora de crear valor añadido ha sido innovar en la producción, a la vez que se han conservado los métodos artesanales en los productos más típicos. El Económico ha mostrado durante su primer año de vida buena parte del tejido empresarial que forman tanto pymes como grandes compañías, y se ha acercado a propietarios, directivos y emprendedores para conocer sus sensaciones y su aportación a la sociedad.
Globalia es la empresa con mayor facturación de Balears. La compañía de Juan José Hidalgo, con sede en Llucmajor, facturó 2.924 millones de euros en 2013 y tiene más de 20.000 trabajadores en todo el mundo. Globalia incluye la aerolínea Air Europa, las cadenas hoteleras Be Live y Luabay, las agencias de viajes Halcón y Ecuador, o el touroperador Travelplan. En Mallorca tiene 1.500 empleados. Después de un año de reestructuración, la compañía preveía unos beneficios de 50 millones en 2013.
SECTOR ALIMENTARIO. El sector alimentario es uno de los que más ha aprovechado el potencial que tiene el extranjero para crecer. Margarita Tudurí, directora general de la cooperativa menorquina Coinga, explicaba que un 12% de sus quesos llegan a los Estados Unidos, Inglaterra o Australia. Con una facturación de 13 millones de euros, es la primera empresa de Menorca.
También se dedica a los lácteos la empresa Quesería Menorquina, que ha abierto una nueva etapa después del concurso de acreedores al que le abocó el Grupo Nueva Rumasa. Los 127 trabajadores compraron la sociedad y ahora afrontan el futuro con optimismo.
Olives Rosselló es otra marca con identidad y comercializa, además de las aceitunas, el aceite Balle, una marca que adquirió en 2008 y de la que se venden 4,5 millones de litros al año.
La adaptación a la demanda es una estrategia de futuro que las empresas de las Illes Balears conocen a la perfección. Precisamente, Combustibles Ibiza, que tiene 8 de las 17 gasolineras que existen en la isla, es la única empresa que cuenta con un surtidor de gas natural licuado. Cafés Ibiza factura unos 3 millones de euros y apuesta por el diseño de su packaging como uno de sus sellos de identidad. Y en Mallorca, Cafés Bay ha iniciado la producción de este producto en cápsulas con la intención de acercarse a un nuevo nicho de clientes.
Xoriguer, de Maó, es una de las pocas destilerías de ginebra del mundo que se sigue elaborando con un método artesanal.
La marca de licores ibicenca Marí Mayans, dirigida ahora por la quinta generación de la familia, estrena productos y aumenta las exportaciones de las Hierbas Ibicencas de la mano del sector de la música electrónica gracias al márketing a través de las redes sociales.
Embutits Munar, con sede en Porreres, ha llegado a su tercera generación elaborando paté y sobrasada. Se consideran una empresa atípica porque distribuyen sus productos en los pequeños y medianos comercios de Balears, se niegan a distribuir al sector de la hostelería y jamás han pedido un crédito al banco.
Y Can Munar es el último horno de Manacor que elabora los típicos “sospiros” con la receta tradicional.
La empresa Salinera Española explota la sal de Eivissa, que produce alrededor de 50 mil toneladas de sal cada año, aguanta la crisis gracias a las exportaciones.
La cooperativa menorquina de centros comerciales San Crispín une a más de 3.000 socios. Pero no son productores, sino consumidores unidos por un consumo basado en valores. Por otro lado, Hiper Centro tiene 7 establecimientos en Balears y cuenta con más de 700 trabajadores.
Sa Fàbrica de Gelats de Sóller y Fet a Sóller son dos empresas fundadas por el alemán Franz Kraus, que se afincó en el pueblo de la Serra en los 90. Mientras que la primera empresa elabora una gran variedad de sabores de crema de helado, la segunda comercializa productos manufacturados en las Islas como fruta fresca y mermelada.
Junto a produtos de alimentación, en el sector de las bebidas las empresas apuestan por la innovación. Pep Lemon es un nuevo refresco de limón que salió al mercado en abril de este año. Tomeu Riutord, Carme Verdaguer y Christoph Hafner, los tres socios, querían hacer una bebida de buena calidad, natural y, sobre todo, hecha en la isla con materias primas locales. Además, colaboran con Agroilla, que les suministra los limones, y con Ambadip.esment, que los manipula para hacer el concentrado.
Otro emprendedor mallorquín, Miquel Piris, ha sacado al mercado una cerveza artesana con sabor a mango. La Piris se elabora en el Instituto de Cerveza Artesana de Barcelona y se puede encontrar en los bares especializados de Ciutat.
La náutica se ha hecho un lugar entre las empresas de Balears. Sa Barca de Formentera alquila embarcaciones por días, lo que permite a los turistas conocer la isla más allá de los típicos recorridos. Sus fundadores, Ferran Lopera y Mireya Cerdan, explican que el 90% de sus clientes son nacionales.
Y en Menorca, la plataforma web Nautal.es permite a los propietarios de los barcos alquilar su embarcación cuando no la necesitan. De momento, han conseguido en su web 500 embarcaciones en España y un volumen de negocio estimado en 100 millones de euros en la comunidad.
Magon fue la primera agencia de viajes menorquina que tuvo un estand propio en Fitur. Hoy tiene nueve oficinas y más de cuarenta empleados, y se adapta a las nuevas reglas que internet ha propiciado para seguir siendo líder a punto de cumplir su veinticinco aniversario en el mercado.
Trablisa es otra empresa con tradición que se dedica a la seguridad privada. Fundada en Balears en 1975 por Miquel Bordoy, tiene 3.200 empleados, de los cuales unos 2.00 están en Balears
CALZADO. La industria del calzado es también una de las más exitosas de las Islas y su principal foco de atención es Menorca. Mascaró apuesta por la innovación con sus Pretty Ballerinas. Las abarcas Ría se conocen en todo el mundo y han desfilado en la New York Fashion Week. Y Pons Quintana factura 11 millones de euros al año y es conocida por su característico trenzado artesanal. En 1970 inició sus exportaciones y ahora suponen el 70% de las ventas. Lo que poca gente sabe es que los inicios de la empresa fueron con calzado deportivo infantil.
No obstante, los zapatos también son protagonistas en Mallorca. Tony Mora es una empresa de Alaró especializada en botas que nació en 1918. Tolo Cardell dirige ahora la fábrica, que exporta zapatos de piel a medio mundo. Cada bota se elabora artesanalmente en el pueblo, y la piel de serpiente pitón es uno de los modelos más solicitados.
La moda también se hace un hueco. La empresa Melicotó busca reírse y universalizar dichos mallorquines de la mano de un diseño moderno en camisetas y también en fundas de móbil, tazas o pins.