No, aunque esté de moda, no voy a hablar de Grecia y de su nuevo gobierno, ni de las posibles consecuencias en la zona euro del cambio gubernamental ocurrido, ni tampoco de las comparaciones con España que se están realizando estas últimas semanas en los foros de opinión y en medios de comunicación.
Aunque sí que es verdad de que si en Grecia hubiesen tomado nota hacia el año 2000 mientras se falsificaban las cuentas del Estado griego, de estas recomendaciones que vamos a dar, otro escenario de menos incertidumbre tendríamos hoy. Recordemos que en ese periodo gracias a la complicidad de Goldman Sachs (organismo financiero estadounidense) y de varias instancias y personalidades europeas, el país heleno pudo disimular durante varios años el “paquete” escondido de su deuda. De aquellos polvos vienen estos lodos.
A la hora de dirigir y liderar ya sean organizaciones dentro del sector público o en el sector privado estamos hablando de saber dirigir y liderar recursos humanos, recursos económicos y expectativas de futuro razonables. Las características que debe reunir hoy en día un buen dirigente empresarial o un buen dirigente político son comunes. Evidentemente que se debe tener en cuenta las grandes diferencias que hay en términos de objetivos que se persiguen si estamos en el sector privado o en el sector público. Pero en el fondo ya verán que las características que deben atesorar en su manera de gestionar son aplicables por igual.
Asistí hace tres semanas a una ponencia de Xavier Mir, profesor de ESADE y directivo experimentado, hoy consejero independiente de importantes grupos empresariales. En esta sesión daba las claves de cómo dirigir hoy y su mensaje fue que el buen gestor debe combinar las viejas y tradicionales maneras de siempre con las nuevas tendencias que se requieren en este mundo global y digital. Hacía un símil muy acertado relacionado con el mundo de la cocina, los buenos cocineros tan en auge en nuestro país y de fama internacional unen la nueva cocina de la que son precursores pero no olvidan la base, la vieja cocina, las recetas tradicionales. Voy a resumir las diez características que debería reunir un líder hoy a partir de la reflexión y experiencia personal de Xavier.
Por un lado las cinco claves de siempre, es decir habilidades que no deberían perderse nunca en una persona que quiere dirigir y hacerlo con éxito. Estas son: 1) tener visión y misión, eliminar el “cortoplacismo”, crear y hacer cosas diferentes que aporten “en positivo” a la comunidad y previamente entender y comprender el entorno, y muy importante saber comunicar; 2) tener actitud de cambio, sentirse cómodo en el cambio es decir nunca satisfecho con lo realizado, siempre querer cambiar para mejorar; 3) dar y ser ejemplo para todos, ser un “ser inspirador”, practicar lo que se predica (ser honesto, ser humilde y tener capacidad de trabajo) y ser emocionalmente inteligente; 4) “pisar el terreno” , las nuevas tecnologías están ayudando mucho en la gestión y en la comunicación pero dirigir bien es ser próximo a la comunidad que diriges, tener contacto personal con todo el entorno, a todos los niveles, no generar “torres de marfil”; y por último, 5) ser riguroso en las maneras de actuar, ser exigente empezando con uno mismo, y especial atención para el rigor y la exigencia con los números (el gasto, la inversión... como si el dinero que se gestiona fuese de uno mismo).
Por otro lado, cinco claves de hoy. Porque hay nuevas realidades que requieren nuevas habilidades y nuevos focos de atención al dirigir. Son: 1) saber gestionar la “escasez”, hemos pasado de la exuberancia irracional a la crisis severa, no perder de vista que la economía es la gestión de los recursos escasos -austeridad, “cash is king”, endeudamiento razonable-; 2) ser global y local, reconocer las tendencias globales pero valorar las diferencias locales; 3) entender “lo digital”, redes sociales, reputación corporativa...; 4) “ser sensible” y entender que hay nuevos valores que se imponen (sostenibilidad, salud, igualdad de oportunidades); y por último, 5) ser ético y responsable socialmente , imponer la ética en los negocios es básico. Este decálogo si algunos se lo hubiesen aplicado a la hora de dirigir “lo público” y “lo privado” hace unos años, se habría evitado la crisis social y económica. Por favor, tomen nota a partir de ahora.