Interim Management o alquiler de directivos es un concepto que empieza a escucharse y a ser cada vez más común, a la vez que muy útil en las empresas.
Es la provisión de ejecutivos y profesionales, con experiencia en gestión empresarial, que se incorporan temporalmente a una compañía con una misión o proyecto concreto para cubrir las necesidades de un área determinada.
Este servicio es útil para cualquier empresa, privada o pública, con o sin ánimo de lucro, con propietario único o de varios propietarios, empresa familiar o no, grandes, medianas y pequeñas, de diferentes sectores, etc.
El servicio no va ligado al perfil de la empresa, va ligado a sus circunstancias y a la necesidad de disponer de ejecutivos y profesionales en un momento dado.
Destacaría claras ventajas que hacen que este sistema sea cada vez más popular y rentable para las empresas y, por ello, su uso es cada vez más habitual:
1. Rapidez de incorporación. Pueden empezar su labor en cuestión de días, mientras que un proceso normal de selección de directivos requiere semanas o meses. Este punto es clave cuando el tiempo es crítico. Además, el tiempo de adaptación a la nueva organización suele ser menor para los Interim Managers gracias a la experiencia adquirida en cambios frecuentes de proyectos y en el trabajo contrarreloj.
2. Flexibilidad y transparencia en costes. Una de las principales ventajas para la empresa es que el Interim Manager no está en nómina, es un alquiler del directivo. El Interim Manager, además, no amenaza la posición del resto de directivos porque su fin no es quedarse.
3. Maestría. Por su experiencia previa, disponen de conocimientos suficientes para resolver los problemas concretos para los que se les ha llamado. Ello hace que su productividad y enfoque a resultados maximice la probabilidad del éxito.
4. Objetividad. Siendo parte independiente no arrastran historial político o cultural de la compañía, proporcionan una perspectiva fresca y objetiva que les permite concentrarse en dar, honestamente, lo mejor para la empresa.
5. Eficacia y compromiso. El operar a nivel de dirección da al Interim Manager la autoridad y la credibilidad para realizar cambios en la organización. Si bien se puede ver como un colaborador temporal, ello no influye para que pueda tomar o dar apoyo a decisiones difíciles y complejas,. También hay que destacar que son perfiles con un alto nivel de compromiso.
Podemos delimitar varias fases en el ciclo:
1. Contacto. El cliente expone los antecedentes y circunstancias por los que desea llevar a cabo una acción en la empresa.
2. Diagnosis. Si a resultas de lo anterior, el Interim Manager considera que puede llevarse a cabo, deberá efectuar una diagnosis inicial de la situación para entenderla, aproximarse a la realidad, determinar los requerimientos de las diferentes personas involucradas, analizar los posibles puntos problemáticos o de fricción y juzgar sobre las posibilidades de su realización
3.Propuesta. Realizado el diagnostico, el Interim Manager propondrá un plan de actuación a la empresa que contendrá el sumario de objetivos, actuaciones, plazos y dedicación del mismo, con inclusión del coste de la intervención.
4. Implementación. Si la empresa aprueba la propuesta anterior, se entrará en la fase de realización ejecutiva.
5. Terminación. Una vez alcanzados los objetivos, el Interim Manager concluirá su función pudiendo prestar servicios como consultor si la empresa lo estima necesario.
La intervención del Interim Manager no debe relacionarse, exclusivamente, con situaciones negativas sino más bien con situaciones excepcionales y, por lo general, urgentes.