Que hay “manos fuertes” que intentan controlar el mercado y moverlo, aun sin estar demostrado, es más que palpable. El IBEX35 nos ha dado un ejemplo estos días de lo que podría ser el reflejo de la Teoría de Dow, donde se ven fases de acumulación y distribución para una tendencia de corto/medio plazo, ya que la alcista de largo plazo comenzada a mediados de 2012 no se ha visto en peligro.
A principios de 2015 el IBEX empieza una nueva tendencia alcista apoyándose en el soporte de 9.800/10.000 y dirigiéndose rápido hacia el nivel de 11.000/11.200 puntos del que tanto hablamos en estas páginas, consolidándolo con una fuerte subida que le lleva hasta casi los 12.000 puntos. Aquí empieza la fase de distribución que puede perjudicar a los pequeños inversores ya que es buen momento para atacar: está cerca de 12.200 (nivel de fuerte resistencia), se trata de un número redondo de tres ceros (resistencia psicológica) y acumula una rentabilidad de más del 20% en 2015.
Funciona así: en estos niveles se deja de comprar y se va vendiendo poco a poco (se distribuye), ya que tampoco interesa provocar una fuerte bajada. En un determinado momento se desinvierte fuerte para provocar un ligero pánico que lo lleva a niveles de algún soporte relevante (en este caso los 11.200/11.000), que incluso perfora levemente para “sacar” los stops más ajustados, donde vuelven a comprar, primero poco a poco para no encarecer mucho el precio (acumulación), donde parece que nos encontramos estos días.
Este es un ejemplo real, reciente y válido para que los pequeños inversores conozcan algo más de los mercados. A los más cortoplacistas les habrán saltado stops (así debe ser y ahora estarán atentos a comprar) pero los inversores a largo plazo deben mantener la calma ante estos movimientos en un entorno de mucha liquidez, poca euforia y buenos resultados económicos, y manteniendo soportes clave.