Según el estudio "Doing Business", una publicación del Grupo del Banco Mundial que presenta la clasificación global en la facilidad para hacer negocios entre 189 economías, España ha perdido un puesto en 2015, del 32 al 33, si bien algunos indicadores han mejorado, como la facilidad para la apertura de un negocio (del 115 al 74).
Si bien las principales normativas para la creación, gestión tributaria y económica de las empresas son de ámbito estatal, hay muchos otros detalles que se rigen por lo local, como por ejemplo las infraestructuras, la cultura empresarial o las inversiones públicas, por lo que sería interesante saber cuál sería esta clasificación si se hiciera algo parecido entre comunidades autónomas y cómo quedaría Balears en esa fotografía.
Disponemos de buenos aeropuertos y si bien eso es un dato positivo, lo negativo es que no podemos utilizar otros medios de transporte más eficientes para poder ofrecer nuestros productos y servicios en otras comunidades, además del alto coste de los vuelos entre islas y con la Península.
La mayoría de materias primas necesarias para producir las tenemos que importar, con el coste añadido que eso tiene para el producto final. Y si queremos vender fuera, también hay que incrementarle el coste del transporte por mar o por tierra, por lo que, una vez más, muchas veces se deja de ser competitivo (por lo menos a lo que la logística y el precio se refiere).
En general creo que disponemos de buenas instalaciones para comenzar un proyecto empresarial, si bien todavía se pueden adaptar espacios públicos infrautilizados por la administración (como por ejemplo el edificio de Gesa en Palma) para despachos, coworkings o showrooms para emprendedores y pequeñas empresas, que deberían ser gestionados por gestores con experiencia en trato con empresarios.
En cuanto al tejido empresarial, hay muchas pequeñas y medianas empresas, muchas de ellas de carácter familiar y a veces carecen de herramientas básicas de marketing y gestión, como un CRM, plan estratégico, cuadro de mando de indicadores, manuales de procedimientos, página web en condiciones, etc., por lo que hace falta más profesionalización.
En cuanto a inversiones públicas, ayudas y/o subvenciones de la de la CAIB para empresas de nueva creación y para las que ya están en funcionamiento, en Balears hay poco, por no decir nada. Se echa en falta ayudas de apoyo a la innovación de las pequeñas y medianas empresas, como se hizo en el pasado (proyecto InnoEmpresa), o ayudas a la industria y el comercio.
Así pues, yo diría que queda mucho trabajo por hacer para que nuestra comunidad sea un buen lugar para crear y hacer negocios, captar inversión extranjera o posibilidad de crecimiento de las pequeñas y medianas empresas.