Balears, con 48,8 funcionarios por cada mil habitantes, es la tercera comunidad con menos trabajadores en el sector público. Catalunya, con 40,1 funcionarios por cada mil habitantes y Valencia, con 45, son las que tienen menos, según datos del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas.
En el otro extremo, y con una sustancial diferencia, aparecen los excepcionales casos de las ciudades autónomas de Melilla y Ceuta, que tienen 113,5 y 111 funcionarios por cada mil habitantes, respectivamente. Extremadura figura a continuación con 81,8 trabajadores públicos por cada mil habitantes, seguida de Castilla y León con 66,7 y Aragón con 66,3. La media de funcionarios del Estado es de 54,6 por cada mil habitantes.
El Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas refleja dos veces al año (enero y junio) el número de efectivos de las administraciones públicas desde 2009.
La evolución, en general, ha sido a la baja, puesto que en la media del Estado el número de funcionarios por cada 1.000 habitantes se ha reducido en 1,8 desde enero de 2009 a enero de 2015. En Balears, el número de funcionarios ha bajado en 1,3.
Melilla y Ceuta son las que han experimentado reducciones más importantes, muy por delante del resto, puesto que han pasado de 127,9 funcionarios por cada mil habitantes en enero de 2009 a 113,5 (-14,4) y de 124,3 a 111 (-13,3), respectivamente. Después, las comunidades con un mayor retroceso han sido Madrid (-6,1) y Castilla-La Mancha (-5,8).
También hay comunidades, hasta cuatro, que han aumentado, aunque ligeramente, el número de funcionarios por cada mil habitantes desde enero de 2009. Se trata del País Vasco (1,1), Comunidad Valenciana (0,5), Navarra (0,3) y Aragón (0,1).
POR ADMINISTRACIONES. El Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas contabiliza el número de funcionarios por administraciones -estatal, autonómica, local y universidades-.
La media de funcionarios de la administración del estado se sitúa en 11,5 por cada mil habitantes, mientras que Balears solo tiene 9,8. En total, el Estado tiene 536.499 funcionarios de los que 10.833 se encuentran en Balears. Catalunya es la comunidad con un menor número de personal de la administración estatal en comparación con el número de habitantes, con solo 27.146, que supone 3,6 por cada mil habitantes. A continuación figuran el País Vasco con 11.894 (5,4) y Navarra con 4.388 (6,8).
Las ciudades autónomas de Melilla y Ceuta son las que más tienen con 8.057 (94,2) y 7.854 (93,2), respectivamente. A continuación figura Madrid, que por su condición de capital concentra un total de 156.353 funcionarios del estado. Es decir, 24,2 por cada mil habitantes.
El ranking de efectivos dependientes de las comunidades autónomas es especialmente significativo por el elevado número de personas que ocupan. De hecho, en toda España, las comunidades autónomas tienen un total de 1.284.026 funcionarios. Es decir, que 27,5 de cada mil habitantes son funcionarios de una comunidad.
Balears cuenta con 27.179 funcionarios de la Comunitat. Es decir, 24,6 por cada mil habitantes, y es la sexta con menos efectivos contratados por detrás de las ciudades autónomas de Ceuta (17) y Melilla (17,7), Catalunya (13,3), Madrid (23,1) y la Comunidad Valenciana (23,5). Las comunidades con más funcionarios autonómicos por cada mil habitantes son Extremadura (43), Castilla y León (34,1) y Asturias (33,9).
Las administraciones locales (ayuntamientos, consells, cabildos y diputaciones) tienen un total de 577.164 funcionarios en España, 12,3 por cada mil habitantes. En Balears, las administraciones locales dan empleo a 14.132 personas, que suponen 12,8 por cada mil habitantes. Las Islas, de esta manera, se sitúan ligeramente por encima de la media española, debido a la existencia de los consells insulars.
La comunidad con mayor número de funcionarios de la administración local por cada mil habitantes es también Extremadura (23,6), seguida de Andalucía (16,5) y Castilla-La Mancha (15,7). En el polo opuesto figuran Navarra (6,6), La Rioja (7), Murcia (8,3), Asturias (8,3) y Madrid (8,3), que son las comunidades con menos empleados en la administración local por cada mil habitantes.