El mes de agosto está resultando tranquilo para las bolsas, sin embargo no se puede bajar la guardia.
Se puede descartar la típica frase “en agosto la bolsa siempre baja”, ya que es fácil ver cómo ha habido años en los que este mes ha generado revalorizaciones. Aunque no hay que olvidar que la mayoría de grandes inversores y especuladores están de vacaciones y por tanto los movimientos pueden ser más bruscos (con menos dinero se puede generar más variación en la cotización). A esto hay que añadir que los pequeños también desaparecen y no siguen sus inversiones, así que pierden poder de actuación ante acontecimientos que pueden ignorar durante días, o bien conociéndolos no tienen acceso a la operativa. Desde luego, con los smartphones esta barrera se elimina, sin embargo una “desconexión” durante unos días es muy sana y mucha gente lo aprovecha.
Habría que distinguir entre dos grupos de inversores: en primer lugar, el que debería ser más frecuente, los que invierten en bolsa a largo plazo a través de buenos fondos de inversión o sicavs (ya que son más rentables, se puede diversificar mucho más y fiscalmente presentan grandes ventajas para el pequeño inversor) que no se pueden automatizar el stop. Por el vehículo de inversión, al estar tan diversificado, no es preocupante estar “desconectado” un mes o incluso más.
Para quien lo haga a corto-medio plazo vía acciones es mucho más preocupante una caída significativa. Este colectivo sí tiene posibilidad de automatizar el stop, y puede hacerlo en base a dos motivaciones: poniéndolo en un nivel donde por cuestiones emocionales y/o económicas no se permite más pérdidas; o bien hacerlo por debajo de niveles de soportes (aquí se analizan continuamente los de los principales índices), aunque la mejor opción es combinar los dos métodos utilizando una buena gestión de capital.