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El Parc Bit: un ecosistema que factura más de mil millones

El Parc Bit cuenta con varios espacios ajardinados y un gran parking adyacente.

| Palma |

El Parc Bit de Palma es el epicentro de la innovación tecnológica de Balears. Inaugurado en 2002, hoy cuenta con más de tres mil trabajadores y reúne a cerca de 170 empresas que facturan de manera conjunta más de mil millones de euros anuales. Estas son algunas de las cifras que acreditan que haya sido bautizado como el Sillicon Valley mallorquín, aunque la realidad todavía queda lejos del objetivo de convertirlo en el motor del ‘cambio de modelo' balear.

A grandes rasgos, las actividades más comunes de las compañías instaladas en el Parc Bit son las tecnologías y servicios aplicados al turismo; desarrollo de webs y apps; biotecnología; servicios de marketing, comunicación y consultoría; receptivos; ingeniería y servicios asociados a las obras y construcciones, y audiovisuales y videojuegos. Además, también alberga numerosos departamentos del sector público y  un conjunto de empresas que dan servicio a los trabajadores del Parc Bit, como son las cafeterías y restaurantes, las escuelas infantiles e incluso un centro de fisioterapia.

Un informe de la Fundació Bit que hace referencia al año 2018 contabiliza un total de 171 empresas en el Parc Bit, de las que 27 están en la incubadora. Un año antes eran 152 en total.

Por tamaño de la empresa, el 65,7% tiene menos de diez trabajadores, mientras que un 12,5% ocupa a más de 50 trabajadores. Nueve de cada diez empresas tienen en el Parc Bit su sede principal, mientras que el resto tienen solo una delegación, oficina o filial. Además, un 21,3% de las empresas tienen filiales en otros países, entre los que destacan, por orden, México, Estados Unidos, Reino Unido e Italia.

El informe de la Fundació Bit aglutina catorce actividades y la más común es la de servicios de tecnologías de la información, con un 36,7% de las empresas del Parc Bit. En segundo lugar se encuentran las empresas de agencias de viajes, operadores turísticos y otros (15,2%). La investigación, el desarrollo y la innovación es la actividad principal del 12,7% de las compañías.

Otras empresas presentes en el Parc Bit son de actividades jurídicas y/o consultoría (6,3%); telecomunicaciones (5,1%); actividades de cinematografía, vídeo y programas de televisión (3,8%); servicios técnicos de arquitectura e ingeniería, ensayos y análisis (3,8%); servicios de información (3,8%); actividades financieras (2,5%); fabricación de productos informáticos, electrónicos y ópticos (2,5%); actividades profesionales, científicas y técnicas (2,5%); fabricación de productos farmacéuticos (1,3%); industria química (1,3%); y educación infantil, primaria y secundaria (1,3%).

La facturación conjunta de las empresas del Parc Bit a finales de 2017 supera los mil millones de euros, un 11% más que el año anterior. Cuatro de cada diez han facturado fuera de España durante 2017, y los países principales donde más han facturado han sido Estados Unidos y México, pero también Colombia, Alemania, Brasil y la República Dominicana.

En cuanto al empleo, las empresas radicadas en el Parc Bit aglutinaban más de tres mil trabajadores, con un incremento del 18% respecto a un año atrás. La proporción por sexos es seis hombres por cada cuatro mujeres, pero el 87,1% de los puestos de gerencia o dirección recaen en hombres.

El 56,2% del personal dispone de estudios superiores y más de siete de cada diez trabajadores están en la franja de edad de entre 25 y 45 años. Además, siete de cada diez empresas admiten tener dificultades a la hora de encontrar personal suficientemente cualificado.

El estudio de la Fundació Bit incluye, además de datos adquiridos en Axesor sobre facturación y número de empleados, datos propios fruto de una encuesta a la que respondieron 61 compañías. Fruto de estas respuestas pueden conocer la valoración que hacen las empresas de las infraestructuras.

Los resultados ponen de manifiesto que los factores más importantes para la mayoría de ellas a la hora de establecerse en el Parc Bit son la calidad de las infraestructuras y espacios, el prestigio y la visibilidad, así como la posibilidad de mantener contactos con otras empresas. Por contra, la proximidad con la UIB, el precio de los locales o los incentivos fiscales no resultan tan bien valorados.

ORÍGENES. La Ley 2/ 1993, de 30 de marzo, determinó la creación de lo que hoy es el Parc Bit, el Parc Balear d'Innovació Tecnològica, pero tuvieron que pasar nueve años hasta poderlo ver inaugurar. Los motivos que llevaron a promover esta iniciativa fueron “generar y atraer empresas de alto valor añadido” para crear empleo, diversificar las fuentes de riqueza, cualificar los recursos humanos y difundir el desarrollo económico.

El objetivo era crear un parque tecnológico con el suelo adecuado. El ejemplo era Japón y, más cerca, Niza con su Parque Tecnológico de Sophía Antípolis. Se pretendía convertir Balears en un “megaparque telemático”.

La ley determinaba el procedimiento a seguir, que incluyó un concurso de oferta de terrenos previo a la redacción del avance de las normas subsidiarias y complementarias.

El espacio fue inaugurado en noviembre de 2002 por el president del Govern Francesc Antich y el conseller d'Innovació Priam Villalonga.

Con 14 millones de metros cuadrados de superficie total y 36 parcelas, empezó con la urbanización de 500.000 metros cuadrados, 16 empresas instaladas y 300 trabajadores. Estel fue la primera empresa privada que se instaló.

El prestigioso arquitecto británico Richard Rogers diseñó el espacio. Por cierto, el proyecto inicial de 1994 preveía la construcción de 790 viviendas ya que sin ellas “no tenía sentido un parque en las afueras, debería haberse hecho en el centro de la ciudad”, dijo Rogers.

Sin embargo, el Pacte de Progrés las descartó. Además, la política de admisión de sociedades establecida fue restrictiva, por lo que el desarrollo del número de empresas instaladas fue lento. De hecho, se hizo un plan estratégico a doce años vista.

“El Parc Bit fue un laboratorio, teníamos claro que tenía que ser un lugar para impulsar las empresas que podían diversificar la economía”, explica Francesc Antich, quien recuerda que el proyecto inicial daba lugar a una parte urbana y “creímos que no era necesario hacer otra urbanización”.

En 2003 se puso en marcha la incubadora del Parc Bit, un servicio que alberga empresas de los sectores TIC, biotecnología, medio ambiente, energía y sector audiovisual. Ofrece acceso a espacios a un precio asequible y asesoramiento en la creación y consolidación de la empresa, gestión empresarial y financiera, búsqueda de financiación, difusión en los medios de comunicación y creación de sinergias entre empresas incubadas.

La Fundació Bit ha facilitado otro listado más actual que el informe con el nombre de las 168 empresas que están en el el Parc Bit, contando también con las incubadas.

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