Solo el 0,21% del consumo de energía de la isla de Eivissa procede de energías renovables (eólica, fotovoltaica y biomasa). Así es la cruda realidad en la mayor de las Pitiüses donde, de acuerdo con la Ley Climática de Balears y los objetivos de la Unión Europea, en 2030 este porcentaje deberá ser del 32%. A Eivissa le queda, por tanto, un larguísimo camino por recorrer, pero su inclusión en el programa Clean Energy for UE Islands, del que forman parte 26 islas de la Unión Europea (entre ellas Menorca y Mallorca), supone una oportunidad única para llevar a cabo el proceso de descarbonización de la energía.
Es por esta razón que este mismo mes está prevista la presentación de una hoja de ruta que marque los objetivos a alcanzar en la próxima década. Para ello se ha constituido el llamado Equipo de Transición del que forman parte el Consell d Eivissa, el Ajuntament d Eivissa y las asociaciones Amics de la Terra, Jesús en Transició y Alianza por el Clima. Un grupo de trabajo que espera seguir integrando a más colectivos y que debe presentar la hoja de ruta antes del 10 de mayo, la fecha límite marcada por la entidad responsable de la coordinación de esta iniciativa, el Secretariado de la Unión Europea para el programa Clean Energy UE for Islands.
En Menorca, como suele ser habitual en temas medioambientales y de sostenibilidad, ya han cogido la delantera y se han marcado unos objetivos específicos para 2030, como son la cobertura del 85% de la demanda eléctrica con fuentes de origen renovable, la reducción del 50% del consumo de combustibles fósiles en el transporte terrestre y del 30% para usos témicos en el sector industrial y residencial, y la reducción del 10% del consumo de gasóleo B en la agricultura.
DATOS. En Eivissa, en cambio, la falta de datos es uno de los principales obstáculos para la redacción de esta hoja de ruta. Se sabe, no obstante, que el consumo de energía primaria fósil en Eivissa en 2018 fue de 472.602 tep (toneladas equivalentes de petróleo), que corresponden a un consumo de 3,23 millones de barriles de petróleo anuales y que se distribuyen de la siguiente manera: un 49,2% para la producción de electricidad, un 23,4% para la movilidad terrestre, un 18% para el transporte aéreo y un 9,4% para el uso en calderas o generadores con diferentes combustibles. A estos datos hay que sumar el consumo del transporte marítimo. Unas cifras que el Equipo de Transición aún no dispone.
IMPLICACIÓN. El conseller insular de Medi Ambient, Vicent Roig, anima a que "la ciudadanía sea parte activa de esta hoja de ruta que, al final, nos tiene que servir para el futuro de todos y el de la isla". Roig insiste en que "el gran problema es la falta de datos, por lo que nos encontramos que tenemos que empezar de cero". En este sentido pide la implicación de entidades, instituciones y empresas en la recopilación de información para esta hoja de ruta.
En 2019, el 56% del consumo de electricidad de las Pitiüses ha pasado a ser suministrado por el enlace eléctrico entre Eivissa y Mallorca, que se puso en marcha el 1 diciembre de 2018, en vez de ser producido desde la central térmica.