Balears transita hacia la normalidad. Y lo hace con paso firme. Este 2021 es infinitamente mejor que el pasado 2020, pero se queda demasiado lejos de 2019. De junio a septiembre, la temporada alta, Balears acogió un total de 6.250.141 turistas, prácticamente el triple de visitantes que el pasado año, pero muchos menos que en 2019. De hecho, han llegado a las Islas durante estos cuatro meses un 38,84% menos de turistas que hace dos años.
El cómputo de los nueves primeros meses del año es aún más desolador. En 2019 llegaron a Balears un total de 14.510.651 turistas de enero a septiembre, mientras que en 2021 fueron 7.070.405. Es decir, solo arribaron el 48,72% de los llegados en los nueves primeros meses de 2019.
Por nacionalidades, los alemanes fueron los más numerosos de enero a septiembre de 2019 y también en 2021, aunque la diferencia es muy importante. En 2019 llegaron a las Islas un total de 3.883.044 alemanes de enero a septiembre, mientras que este año han sido solo 1.803.973. Es decir, que en 2021 arribaron el 46,45% de los llegados en 2019.
La gran decepción del año, debido a las múltiples restricciones impuestas por el gobierno de Boris Johnson, son los británicos. En 2019 llegaron 3.323.114, mientras que en 2021 fueron solo 825.578. El descenso es brutal. Solo llegaron en 2021 el 24,84% de los arribados dos años antes.
El turismo nacional ha tenido un comportamiento diferente y de enero a septiembre han llegado a Balears un total de 2.019.838 españoles, el 85,48% de los 2.362.928 que visitaron las Islas en 2019.
El peor de los meses de la temporada alta fue junio, puesto que llegaron a Balears 937.574 turistas, un 61,05% menos que en 2019.La primera gran batalla del sector turístico tuvo lugar en el inicio de la temporada cuando los hoteleros debían decidir si abrían sus establecimientos o los mantenían cerrados, en muchos casos por segundo año consecutivo. En este sentido, el inicio de junio fue casi patético, puesto que el mes se inició con el 47,60% de la planta hotelera operativa. Es decir solo tenían abiertas sus puertas un total de 392 establecimientos con Palma, la playa de Palma, Sóller, Capdepera y Cala Millor como zonas con un mayor índice de aperturas. A mediados de junio, el número de establecimientos abiertos superaba los 450, pero el porcentaje de plazas operativas solo alcanzaba el 51%. El gran cambio arribó a finales de junio cuando las autoridades del Reino Unido anunciaron que Balears pasaba a estar incluida en la lista verde de viajes. La medida entró en vigor el miércoles 30 de junio y supuso un fuerte espaldarazo a la demanda británica. De esta manera, los británicos que regresaban a su país procedentes de Balears no debían someterse ya a una cuarentena.
Un buen número de establecimientos hoteleros fueron abriendo de forma paulatina hasta alcanzar el 88% del total de la planta alojativa.
La desescala no fue un proceso fácil en Balears y el incremento de casos provocó a finales de junio un parón en las reservas de Alemania, Suiza y Austria, a la vez que se reanimaba el mercado británico. En los primeros días de julio se puso en funcionamiento el denominado pasaporte COVID, expedido por las autoridades u organismos sanitarios de cada país. Este pasaporte permite acreditar a los viajeros que han pasado la enfermedad o están vacunados con la pauta completa o bien han realizado pruebas que constatan que no están infectados de la COVID.
La llegada de los británicos dinamizó zonas hasta entonces casi paralizadas, pero provocó los primeros incidentes en Punta Ballena. El importante repunte en el número de contagios provocó aún en la primera semana de julio que los hoteleros vieran con temor la posibilidad de que las autoridades británicas situaran de nuevo a las Islas en la zona ámbar y las alemanas reconsideraran también la situación de Balears.
El Govern de Francina Armengol, consciente de la necesidad de mitigar los contactos, prohibió la venta de alcohol más tarde de las 22.00 horas, continuaba con la desescalada, pero retrasaba sine die la apertura de las discotecas. Fue ya en la segunda semana de julio cuando el gobierno británico anunció que podrían viajar sus ciudadanos si tenían puesta la doble pauta de vacunación.
En julio arribaron a Balears un total de 1.860.696 turistas, muchos más de los 850.520 llegados en 2020, pero muchos menos de los 2.788.719 arribados en 2019. El descenso fue del 33,28%.
El retroceso de agosto fue el menor de los cuatros meses detemporada alta. En agosto de este año llegaron a las Islas un total de 1.953.968, un 28,25% menos que en 2019.
Destacar que septiembre no fue un buen mes y que el número de turistas descendió mucho más que en agosto. De esta manera, llegaron a Balears un total de 1.497.903 turistas, un 34,87% menos que en 2019.
Por islas, si se compara el número de turistas llegados de junio a septiembre de 2021 con los llegados en el mismo periodo de 2019, se observa que Mallorca ha sufrido el bajón más espectacular, mientras que Menorca es la que mejor ha aguantado.
De junio a septiembre llegaron a Mallorca un total de 3.900.514 turistas este año, mientras que en 2019 fueron 6.991.390. El retroceso es del 44,21%. Por meses, destacar que el retroceso en junio fue del 63,13%, mientras que en agosto se quedó en el 34,43%.
Menorca ha sido la isla que ha tenido un mejor comportamiento en temporada alta. Un total de 838.532 turistas visitaron Menorca de junio a septiembre, un 23,18% menos que en 2019. El peor resultado se produjo en junio cuando el retroceso fue del 55,38%, mientras que el descenso en agosto fue solo del 9,66%.
En las Pitiüses llegaron a Balears de junio a septiembre de 2019 un total de 2.136.248 turistas, mientras que este año fueron 1.511.095. Es decir, que fueron 625.153 visitantes menos, lo que supone un retroceso del 29,26%. Junio, como en todas las islas, fue el peor mes. En 2021 llegaron 213.219 turistas, mientras que en 2019 fueron 493.747. El retroceso experimentado es del 56,82%. En julio, el descenso fue del 21,56%, mientras que en agosto fue solo del 19,65%. Finalmente, en septiembre se situó en el 21,92%.
OCUPACIÓN. La ocupación hotelera por zonas turísticas deja claro que la temporada ha sido bastante desigual y que los lugares con predominio del turismo inglés han sufrido más que el resto.
En junio, el desastre fue bastante generalizado. En conjunto la ocupación de Balears fue del 44,84%. Formentera presentó los mejores números aunque la ocupación fue solo del 59,92%, casi veinte puntos porcentuales por debajo de 2019. Destaca también la playa de Palma, que ha sido la única zona que ha superado, junto a Formentera, el 50%. La zona mallorquina se ha quedado en el 50,35%.
En julio, la ocupación de Balears fue del 61,69%, destacando Formentera con un 75,18% y Tramuntana e Interior, con una ocupación del 70,65%.
Destacar que en agosto la ocupación subió hasta el 67,6%. Formentera destaca como la zona turística con mayor ocupación con un 86,13%.
Finalmente, la ocupación ha descendido en septiembre hasta el 59,76%. Formentera, una vez más, es la zona con mejor ocupación (76,33%), mientras qeu en el polo opuesto destacan Menorca Levante (48,75%).
Por otra parte, respecto a los municipios, durante los meses de julio y agosto destacan Formentera, Eivissa Vila y Santanyí. Destacar que la diferencia porcentual en algunos municipos sobrepasa los 30 puntosy que son muchos en los que la ocupación se ha quedado muy lejos de 2019.