Las señales de alarma de una posible pérdida o disminución del turismo familiar en Eivissa se iniciaron en la temporada de 2024 cuando el primer análisis de la temporada con datos propios del Consell d’Eivissa desveló la espiral de escalada de precios en la que está sumergida la mayor de las Pitiüses. En este sentido, este estudio reveló que los precios por noche de hotel van desde los 125 euros en un hotel de una estrella hasta los 700 o más de una noche en un hotel de cinco estrellas. A esto se suma que dormir en un hotel de Eivissa es un 40% más caro que hacerlo en Mallorca. Eivissa no es un destino para todos los bolsillos y las familias, lo notan, advirtió entonces Vicent Marí, presidente del Consell d’Eivissa y responsable de Turismo en la isla.
«Ha habido una subida de costes generalizada en toda Europa y Eivissa no ha sido una excepción, lo que ha provocado la pérdida de algunos clientes de familias dentro del segmento adquisitivo más bajo. La moderación de precios en Eivissa es difícil porque depende de la oferta y la demanda y ahora mismo la demanda es muy alta. Es difícil que los precios bajen, pero esto no disuade a las familias, que vienen atraídas por todo lo que la isla ofrece», explica José Soriano, consultor que diseñó con el Consell en 2018 el proyecto ‘Ibiza Family Experience’ y miembro del comité ejecutivo de Fomento del Turismo.
José Antonio Roselló, vicepresidente de CAEB Pitiüses, explica que ya se está produciendo este año una «moderación» en los precios, «al menos en la hotelería; basta examinar con atención la evolución de los mismos en los distintos portales. Hasta fechas recientes sí que es verdad que los precios han ido aumentando, como efecto lógico de un proceso de intensa inversión, pero la demanda no se ha resentido. Ahora, hemos entrado en una fase de contención, no de depresión, y ello comporta ajustes más frecuentes. Pero esto es el día a día de la economía», precisa Roselló.
En este punto, el vicepresidente de CAEB Pitiüses destaca que en la oferta complementaria la situación es un poco distinta a la contención de precios de la hotelería. «Hay que hacer un esfuerzo más patente de moderación e incluso de rebaja. Este es un punto importante. No solo la hotelería debe hacer el ajuste de precios que, en su caso, sea necesario. También la oferta complementaria en general debe hacer la misma gestión. Y si es preciso, hay que ayudarla con medidas directas o indirectas, pero teniendo claro que en último extremo captar un cliente es cuestión de buena gestión de cada empresa en cuanto al producto que ofrece y su precio», explica Roselló.
ATRACTIVO.
El Sistema de Inteligencia Turística de Eivissa (SITE) reveló en su primer análisis que el turismo familiar tiene una estancia más larga que la media: un 60% de familias que visitan Eivissa permanecen en ella más de siete días. La mitad suele alojarse en hoteles de cuatro estrellas y valoran la naturaleza, las playas, el ambiente, el clima y Dalt Vila. Otro dato a tener muy en cuenta es que el 25% del total de turismo británico que visita las Pitiüses (el mercado británico es el principal mercado emisor de turismo extranjero hacia Eivissa) pertenece al segmento de turismo familiar. En una semana, pueden llegar a gastar de media 2.400 euros en su estancia en Eivissa. Por ello, es tan importante evitar perderlo. Y es que existe un poco la sensación generalizada de que la mayor de las Pitiüses está perdiendo poco a poco la presencia del turismo familiar, ya que antaño era mucho más predominante.
Sobre si la isla está perdiendo atractivo entre las familias por enfocarse demasiado hacia el lujo, la proliferación de hoteles only adults o los precios, las patronales lo tienen claro: hay muchos tipos de ‘Eivissa’ y, una de ellas muy importante, es el turismo familiar. «La idea de que Eivissa no es destino para familias es una sensación que viene marcada por la idea, señalada hace no demasiados años, por algún relevante empresario de que Eivissa será de lujo o no será. O de que Eivissa ha de ser un territorio turístico para los llamados clubbers. Muchos pensamos que ambas ideas no son acertadas, pero lamentablemente están teniendo el efecto de crear la sensación de que se expulsa el turismo familiar. En realidad, no hay una constancia científica de que se pierda turismo familiar de manera relevante», explica Roselló. Además, añade que se debe hacer «buena gestión para fidelizarlo. Hay muchas ‘Eivisses’, una de las cuales es la destinada al turismo familiar. Hasta ahora la ocupación hotelera, por ejemplo, está aguantando bien y esto se puede extender a los establecimientos más especializados en turismo familiar».
Tampoco hay que perder de vista, según recuerda Roselló, el «proceso inflacionista» que eleva los precios, lo que repercute en que se mire más a qué se destina el dinero. «Lo que está sucediendo –y enmascara la correcta percepción de las cosas- es un cúmulo de fenómenos más generales, como es la carestía de la vida en los países emisores; el agotamiento del efecto postpandemia de recuperación del tiempo perdido y, por ende, atender más a las cuestiones de la economía del día a día, la economía doméstica; la necesidad de repercusión de precios ante los elevados costes (no nos olvidemos del proceso inflacionista vivido), con incidencia por ejemplo en el transporte aéreo (ahí está como ejemplo relevante el desencuentro actual entre AENA y Ryanair, que se niega a aceptar el zarpazo en las tasas que le quiere propinar AENA) y otros factores».
En cuanto a la proliferación de determinados productos que podrían ‘ahuyentar’ al turismo familiar, como son los hoteles sólo para adultos, desde CAEB Pitiüses señalan que este tipo de oferta no es nueva sino que existe desde hace muchos años «y, sin embargo, solo ahora se habla de posible efecto sobre el turismo familiar. Esta es la prueba de que la oferta de ‘solo adultos’ no tiene nada que ver con una supuesta incidencia negativa sobre el turismo familiar. No es un argumento esencial o definitivo». En esta misma línea se expresa Soriano, quien señala que se trata de «una tendencia que empezó a desarrollarse en los últimos años, pero no es algo generalizado, ya que no abarca el mayor número de plazas; solo del segmento hotelero hay en torno 80.000 plazas y la proporción de ‘solo adultos’ es muy pequeña en general».
PRODUCTO Y SELLO.
Eivissa lleva enfocándose en la captación y promoción del turismo familiar formalmente desde el año 2018 que empezó el programa ‘Ibiza Familiy Experience’, impulsado por el Consell d’Eivissa de la mano de José Soriano. Ahora, ‘Ibiza Family Experience’ se ha convertido en ‘Ibiza Family Moments’, un club de producto que distingue hoteles, restaurantes, oferta complementaria, acontecimientos, rutas y recursos turísticos públicos que ofrecen un producto o servicio orientado al segmento familiar. En este sentido, reúne experiencias auténticas, seguras, inclusivas y enriquecedoras para familias de todo tipo. Por el momento, ‘Ibiza Family Moments’ cuenta con más de 10.000 plazas que se ha sumado al programa, así como 31 empresas que ya se han sumado al sello distintivo. Entre las empresas privadas que se han sumado a este sello o distintivo de turismo familiar se encuentran cadenas hoteleras, restaurantes, empresas de servicios, así como otras actividades de entretenimiento para toda la familia.
«Cuando se hizo el estudio para sacar ‘Ibiza Family Experience’, que actualmente es ‘Ibiza Family Moments’ vimos que Eivissa tenía un atractivo muy grande porque en muy poca distancia encuentras una oferta muy amplia para las familias, desde las playas que son ‘amigables’ con familias con niños hasta múltiples actividades de ocio. A partir de aquí, la oferta es inmensa porque es atractiva para toda la familia, no como ocurre en otros destinos que tienen un posicionamiento más familiar, pero tienen poca oferta de ocio y complementaria y los usuarios los definen como aburridos. Eivissa es un destino que a las familias les encanta porque tiene de todo: gastronomía, ocio familiar, mercados... y a poca distancia; no falta ocio para las familias», explica Roselló.
En cuanto al futuro, las patronales turísticas tienen claro que la estrategia debe dirigirse hacia la captación y fidelización de las familias. «Hay que hacer una tarea persistente, a modo de ‘lluvia fina’, recordando en los mercados emisores nuestra oferta, capacitación y vocación en favor del turismo familiar», añade el vicepresidente. Así, ya el año pasado y éste, el Consell d’Eivissa ha llevado a las principales ferias turísticas el sello ‘Ibiza Family Moments’ con la intención de promocionar la cara más familiar de la isla en los principales mercados emisores de turistas.