Los dos factores que más influyen en el turismo son el tiempo libre y la renta disponible. Cuando las personas tienen más dinero y más horas de ocio, viajan más. Hoy, el trabajador medio de las economías avanzadas europeas trabaja la mitad de horas que sus antepasados de hace siglo y medio. Cada gran avance tecnológico permitió producir más con menos esfuerzo. Pero la pregunta que surge ahora es si la inteligencia artificial (IA) continuará esa tendencia. La periodista Sarah O’Connor, en un artículo publicado en el Financial Times cuestiona la idea de que la IA nos traerá una nueva era del ocio. Para que la IA proporcione más tiempo libre, dice, deben cumplirse tres condiciones:
Que la productividad aumente, que los beneficios se repartan entre la mayoría de los trabajadores y que las personas elijan menos horas de trabajo frente a más salario. Nada de eso está asegurado. España tiene un mercado laboral con grandes desigualdades: si la IA sustituye tareas rutinarias, los empleos de menor cualificación podrían verse afectados, reduciendo la renta disponible de amplias capas de la población. Pero si aumenta la eficiencia en empresas y administraciones, podría liberar tiempo y mejorar salarios. En ese caso, la demanda turística interna crecería. La IA también puede afectar al equilibrio territorial. Los empleos tecnológicos mejor pagados se concentran en las grandes ciudades. Si esa concentración se refuerza, el turismo rural e interior podría estancarse. En cambio, si la IA facilita el teletrabajo y la descentralización podría impulsar un turismo más distribuido.
El tiempo libre no es un regalo de la tecnología, sino el resultado de decisiones sociales y políticas. Si la sociedad quiere que la IA produzca más ocio, deberá buscar un equilibrio entre productividad, salarios y descanso. Es posible que tengamos más tiempo libre gracias a la IA. Todo dependerá de cómo se repartan los beneficios del posible aumento de productividad. Si se destinan a mejorar el bienestar colectivo, España podría vivir una etapa de mayor ocio y turismo interno. Pero si la IA amplía la desigualdad, el tiempo libre será un privilegio y no un derecho. El turismo mostrará cuál de los dos caminos tomamos: el de una sociedad con más libertad para disfrutar, o el de una economía más productiva, pero con menos descanso.