El presidente del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi, se encontró con su mujer, Veronica Lario, durante veinte minutos ante un juez del tribunal civil de Milán, para iniciar los trámites de su divorcio, informó ayer el diario Corriere della Sera.
Ambos, que hacía cerca de nueve meses que no se encontraban, coincidieron el sábado durante veinte minutos ante un juez para la audiencia de conciliación previa a la separación, que se celebró en la sede de la delegación de Gobierno en Milán por motivos de privacidad, añade el rotativo milanés.
Se trata del primer encuentro del mandatario con su segunda esposa desde que ésta anunciase su ruptura matrimonial al conocer que su marido había ido a la localidad de Casoria, en el sur del país, para asistir al 18 cumpleaños de Noemi Letizia.
Prostitutas y menores
El malestar y la petición oficial de divorcio por parte de la ex actriz se produjo tras las noticias publicadas sobre las veladas pasadas por su marido con prostitutas de lujo en su residencia romana.
Según Corriere della Sera, Veronica Lario ha pedido un divorcio con culpa, porque acusa a su marido de haberla traicionado, mientras que los abogados de Berlusconi están preparando una documentación que probaría a su vez «episodios de infidelidad» por parte de la ex actriz.
El acuerdo entre ambos parece lejano, ya que Lario ha pedido una pensión compensatoria de 3,5 millones de euros mensuales, mientras que Berlusconi ofrece 200.000 euros al mes. Para evitar pagar estas cifras, los abogados de Berlusconi han presentado al juez documentación que detalla el patrimonio de Lario, varias mansiones y cuentas corrientes que el mandatario habría regalado a su mujer en los 19 años de matrimonio y 30 de convivencia. Asimismo, agrega el diario, Berlusconi ya ha depositado entre 60 y 70 millones de euros en las cuentas de su esposa para la manutención de los tres hijos nacidos del matrimonio.