El Ejército israelí mató ayer al menos a nueve activistas de derechos humanos al abordar en aguas internacionales un barco que formaba parte de la «Flotilla de la Libertad» que pretendía llevar ayuda humanitaria a la franja de Gaza. «Los muertos ascienden a nueve», dijo una portavoz militar en un escueta comunicación telefónica. Organizaciones humanitarias elevan, no obstante, a catorce el computo de víctimas mortales.
El número de heridos, varios en estado grave, asciende a 38 activistas internacionales y cinco soldados israelíes, de acuerdo con diversas fuentes. Israel ha remolcado a ese puerto todas las embarcaciones de la flotilla y a sus pasajeros en condición de arresto, aunque algunos se han encerrado en sus cabinas y rehúsan entregarse. Israel ofrece a los supervivientes cárcel o expulsión tras la llegada al puerto de Ashdod de los seis barcos asaltados.
El asalto a la flotilla, que transportaban a más de 750 activistas de 60 nacionalidades -entre ellos varios diputados europeos y una premia Nobel de la Paz, la norirlandesa Mairead Corrigan Maguire-, además de un cargamento de 10.000 toneladas de ayuda humanitaria para la población de la franja, se produjo antes del amanecer a 90 millas de la costa israelí. También estaban a bordo de la flotilla escritores y periodistas. Dos helicópteros del Ejército israelí con comandos de la unidad de elite de la Armada se posaron uno detrás de otro sobre la cubierta superior del Mavi Marmara, cuyo pasaje era en su mayoría turco, el barco más grande y cuyo abordaje desencadenó la tragedia.
Disparos en el asalto
Testigos presenciales citados en los primeros momentos del ataque hablaban de que los comandos descendieron de los helicópteros disparando sobre la cubierta que ocasionaron el baño de sangre. La versión del Ejército israelí es que un grupo violento de activistas recibió a los comandos con varas de acero, granadas de estruendo, navajas, cócteles incendiarios y otras armas con las que causaron graves heridas a dos de los primeros soldados.
El alto mando sostuvo que sus hombres abrieron fuego después de que los activistas disparasen con dos pistolas que quitaron a dos comandos que habían conseguido reducir a golpes. Israel llevaba días preparando el asalto a la flotilla para hacer cumplir el bloqueo por tierra, mar y aire que impuso a Gaza hace tres años, los mismos que gobierna en la franja palestina el movimiento islamista Hamás. Desde entonces, Israel impide el libre acceso de bienes de consumo, materiales de construcción y todo tipo de productos básicos y medicamentos, lo que impulsaba la acción humanitaria de la «Flota de la Libertad».
Ataque a la Flotilla de la Esperanza
Clamor internacional contra Israel
El asalto a la flotilla con ayuda a Gaza acaba con al menos nueve muertos
Efe/Reuters | Jerusalén |