Los llamamientos a la reconciliación en los Balcanes para que nunca se repitan crímenes de guerra, y a la justicia, marcaron ayer la conmemoración del decimoquinto aniversario de la matanza de Srebrenica, en Bosnia. «Las instituciones judiciales no pueden devolver a los muertos, pero la justicia humana puede atenuar las heridas y el dolor y ayudar en el proceso para que sanen. Por eso, los autores del crimen deben responder ante la justicia», declaró en el acto conmemorativo Yves Leterme, primer ministro de Bélgica, país que ostenta la presidencia rotatoria de la Unión Europea (UE).
En la misma línea Haris Silajdzic, jefe de turno de la terna presidencial bosnia, aseguró que «sólo la justicia y la verdad» pueden calmar «la conciencia de la humanidad manchada por Srebrenica». Ambos se referían así a los hechos ocurridos el 11 de julio de 1995, fecha en que unos 8.000 bosnios musulmanes fueron asesinados cuando las tropas serbobosnias del general Ratko Mladic conquistaron el enclave de Srebrenica, entonces zona protegida de la ONU, a pocos meses del final de la guerra de Bosnia (1992-1995).
La matanza fue calificada de genocidio por las instituciones judiciales internacionales. Los restos mortales de 775 víctimas identificadas de la matanza de Srebrenica recibieron sepultura ayer en el memorial de Potocari, en las inmediaciones del antiguo enclave oriental bosnio.