Los activistas canarios que fueron detenidos la tarde del sábado durante una manifestación pacífica a favor del pueblo saharaui permanecieron confinados en la Casa de España de El Aaiún durante la jornada del domingo hasta la noche cuando fueron embarcados en un barco rumbo a Canarias, que ha llegado esta mañana. Aunque según las autoridades marroquíes podrían haber regresado a sus hoteles (bajo vigilancia policial y comunicando cualquier desplazamiento), los prosaharauis decidieron quedarse en la institución por su propia seguridad. Mientras esperaban volver a casa, denunciaron las agresiones físicas e insultos que sufrieron durante la carga policial.
Ministerio de Exteriores
El Ministerio de Asuntos Exteriores afirmaba que los activistas no estaban bajo arresto domiciliario, sino que se encontraban en la Casa de España «por recomendaciones de las autoridades», ya que la situación era tensa. Sobre el estado de salud de los activistas y las agresiones que denunciaban, Exteriores afirmaba tener constancia únicamente de que dos de ellos habían necesitado asistencia médica. Según el ministerio, un funcionario de la embajada española en Rabat (Marruevcos) se dirigía a El Aaiún para reunirse con los cooperantes y realizar las gestiones necesarias ante las autoridades.
Sin embargo, los canarios prosaharauis insistían estar retenidos hasta que abandonaran el lugar rumbo a Gran Canaria, y que las autoridades españolas no se habían personado en la Casa de España.
Desde la Asociación afirmaban: «La persona que se comunicó con los activistas es un representante de la Casa de España que no es en la práctica una institución diplomática, sino un organismo cultural que hace algunas gestiones. Representantes de la Embajada o del Consulado todavía no han llegado, pese a que dicen que hay una persona desplazándose para entrevistarse con ellos».
Todo mi apoyo a los colectivos activistas que luchan por el respeto de los derechos humanos en el sáhara occidental. Si todo el mundo fuera como vosotros el mundo sería un lugar mejor para vivir. Mi mas firme apoyo a la libertad de expresión y a la manifestación pacíficia a favor de un pueblo que lleva ya más de 35 años siendo víctima del imperialismo marroquí.