La policía israelí entró ayer en la Explanada de las Mezquitas, en el corazón de la Ciudad Vieja de Jerusalén, con el fin de contener a los numerosos palestinos que estaban lanzando piedras contra las fuerzas del orden tras la muerte de un palestino durante la mañana en Jerusalén Este.
Según informaron los medios israelíes, la policía entró en el interior de la explanada, lugar sagrado para los musulmanes pero también para los judíos, que la denominan el Monte del Templo.
De acuerdo con el 'Yediot Ahronot', decenas de fieles se atrincheraron en el interior de la mezquita de Al Aqsa, por lo que los agentes israelíes rodearon el edificio.
Según el diario 'Haaretz', los disturbios tuvieron lugar después de que un palestino fuera abatido por las fuerzas de seguridad israelíes en Jerusalén Este. Cientos de palestinos lanzaron piedras contra las fuerzas de seguridad israelíes tras el funeral del fallecido, hiriendo a al menos diez de ellos, según el diario.
Contención
La policía se había desplegado en la zona, incluido el Muro de las Lamentaciones y el Monte del Templo, con el fin de evitar que los palestinos lanzaran piedras contra los judíos que rezan con motivo del inicio de la festividad del 'Sucot' este miércoles.
De acuerdo con el 'Jerusalem Post', unas mil personas se sumaron al funeral del palestino abatido por un guardia de seguridad en la zona de Silwan, en Jerusalén Este. Durante el funeral estallaron disturbios en los que varios autobuses, coches y vehículos de Policía fueron incendiados.
Entre los diez heridos figura un israelí de 35 años que se encuentra en estado moderado tras ser apuñalado en la espalda cerca del Monte de los Olivos.
Los policías abandonaron el lugar poco después, una vez se recobró la calma. Según un portavoz de las fuerzas de seguridad, los palestinos, que inicialmente se refugiaron en el interior de la mezquita, el tercer lugar más sagrado para los musulmanes, abandonaron posteriormente el edificio y optaron por dispersarse.