El primer ministro, Mohamed Ghannouchi, ha anunciado en directo ante la televisión estatal que ha asumido la Presidencia interina de Túnez después de que el anterior presidente, Zine al Abidine Ben Alí, haya sido declarado «temporalmente incapaz» de ejercer el cargo.
Asimismo, la televisión estatal ha anunciado que Ghannouchi permanecerá en la Presidencia hasta la celebración de elecciones. El nuevo mandatario aseguró en su mensaje que respetará la Constitución y restaurá la estabilidad.
Poco antes, las cadenas de televisión Al Yazira y Al Arabiya aseguraron que el presidente del Parlamento, Fuad Mbazaa, había asumido el poder por un periodo mínimo de 60 días. Mbazaa presidirá un comité de gobierno formado por otros altos dirigentes, entre ellos el ministro de Defensa.
Zine al Abidine Ben Ali abandonó el país hacia las cinco de la tarde de este viernes. Se especula que sus destinos pueden ser Francia o Emiratos Arabes Unidos, aunque Al Arabiya ha indicado que podría haber huido a Malta «con protección de Libia». Cerca de 8.000 personas habían ocupado las calles este mismo día para reclamar la dimisión inmediata del mandatario
Protestas por todo el país
El anuncio de la destitución del Gobierno y la convocatoria electoral legislativa anticipada se ha producido esta tarde, poco después de que la Policía disolviese con gases lacrimógenos una manifestación de más de 8.000 personas congregadas ante la sede del Ministerio del Interior para exigir la salida del poder de Ben Alí.
En otras regiones del país se celebraron también hoy manifestaciones multitudinarias contra el presidente en demanda de su salida del poder, según informaron a EFE fuentes sindicales.
En Kairouan, en el centro de Túnez, y en la capital de la cuenca minera de Gafsa, en el suroeste, miles de personas se manifestaron por las calles, al igual que en otras regiones del centro oeste, como Kaserín, Tela o Sidi Bouzid, donde se iniciaron las revueltas sociales el pasado 17 de diciembre.
El de esta tarde es el cuarto anunció de medidas y reformas que realiza Ben Alí desde que comenzaron las protestas para intentar apaciguar la contestación.
El Gobierno ha reconocido hasta el momento 21 muertos durante las protestas, mientras que los sindicatos y las organizaciones de derechos humanos hablan de más de 60 víctimas mortales.