Una semana después de que un comando militar estadounidense matara a Osama Bin Laden, continúan las dudas sobre el papel de Pakistán, donde estaba el líder de Al Qaeda, y el presidente de EEUU, Barack Obama, urgió ayer a Islamabad a que realice una «investigación». «Creemos que tuvo que haber algún tipo de red de apoyo a Bin Laden dentro de Pakistán», afirmó ayer Obama en su primera entrevista tras anunciar la muerte del jefe de Al Qaeda.
«No sabemos si pueden haber sido algunas personas dentro del Gobierno, o fuera del Gobierno. Y eso es algo que tenemos que investigar y, más especialmente, que el Gobierno paquistaní debe investigar», añadió. Las declaraciones de Obama ahondan en la preocupación expresada por altos funcionarios de Washington sobre la posibilidad de que Pakistán conociese que Bin Laden se escondía en una residencia en Abbottabad, una localidad apenas a 50 kilómetros al norte de la capital paquistaní.
El consejero de Seguridad Nacional, Tom Donilon, dijo durante una entrevista que en el canal de televisión ABC que «hasta la fecha no hay evidencia política o militar de que Pakistán conociera que Bin Laden estaba en su territorio».
Investigar
Sin embargo, añadió que hay que reconocer «el hecho de que Osama Bin Laden estaba escondido a apenas 50 kilómetros de la capital paquistaní en una localidad que se considera eminentemente militar». Por ello, Donilon subrayó la necesidad de una «investigación a fondo» por parte de las autoridades paquistaníes.
Algunos congresistas de EEUU han recomendado suspender la importante ayuda militar que recibe Pakistán por parte de EEUU para luchar contra el terrorismo hasta que se aclare si existía conocimiento por parte de las autoridades de Islamabad del paradero del terrorista más buscado del mundo.