Las autoridades de Alemania, encabezadas por el presidente Christian Wulff, rindieron ayer homenaje a las personas muertas en el muro de Berlín, en un acto para conmemorar el cincuentenario de su construcción. «No podemos olvidar el 13 de agosto de 1961 y el dolor que trajo sobre millones de personas», dijo Merkel en su discurso.
El acto se celebró en la Bernauerstrasse, una de las calles atravesadas por el muro y donde quedan restos de él, alrededor de los cuales se ha creado un centro de documentación y conmemoración. El lugar, a diferencia de otros por donde pasaba el muro como la Puerta de Brandeburgo o la Postdamerplatz, está lejos del actual centro del Berlín, pero ha adquirido un carácter emblemático que, además, se refuerza por haber sido el lugar en el que se produjo la primera muerte relacionada con el muro.
En su discurso Wulff recordó ese hecho. «Ella quiso saltar hacia la libertad aquí, en la Bernauerstrasse, desde el tercer piso», añadió el presidente.
Al menos 136 personas murieron cuando trataban de escapar hacia Berlín Occidental.