El Gobierno de coalición de la canciller alemana, Angela Merkel, salió ayer reforzado de la aprobación por una gran mayoría en el Bundestag (Parlamento) de la ampliación del Fondo Europeo de Estabilización Financiera (FEEF), decisión que además trajo tranquilidad a los mercados.
Tras semanas de dudas sobre el respaldo que Merkel tendría en sus propias filas, en lo que muchos valoraban como una encubierta moción de confianza, tan solo 15 diputados de la Unión (CDU/CSU) y los liberales (FDP) no dieron su voto favorable.
De los 620 diputados, 611 estuvieron presentes en el salón plenario, donde 523 votaron a favor, 85 en contra y 3 se abstuvieron, con un claro apoyo desde las filas de la coalición, pero sobre todo desde la oposición socialdemócrata (SPD) y verde.
Escepticismo
A los 15 disidentes de las filas gubernamentales -11 de la Unión y 4 liberales- solo se sumaron los diputados de La Izquierda, con el argumento de que la medida hipoteca el futuro de las generaciones venideras y debido a su escepticismo respecto a la efectividad del fondo.
Con 315 votos favorables desde las filas de la coalición, Merkel consiguió así aportar la llamada «mayoría de la canciller» de un mínimo de 311 votos y superar la velada moción de confianza que desde hace semanas pendía como una espada de Damocles sobre el Ejecutivo, al que la oposición exigía un adelanto de elecciones si fracasaba.
«Hemos demostrado que esta coalición tiene capacidad de acción», dijo poco después de la votación, visiblemente aliviado, el líder parlamentario de la Unión, Volker Kauder, que abrió la sesión con un llamamiento a los disidentes para que respaldaran la ampliación del FEEF.
En el caso de Alemania, la ampliación del régimen de garantías supone un incremento de su aportación desde los 123.000 millones de euros iniciales hasta los 211.000 millones, equivalentes a prácticamente dos tercios de los presupuestos del Estado.